• Instagram
  • Facebook
  • Youtube
  • Web
El Atelier

El Atelier

Creciendo en el conocimiento de Dios

  • Inicio
  • Blog
  • Acerca de
  • Contacto

Etiqueta: Sermon

En Su palabra, Mini series

La oración a nuestro Padre

20/06/2018por Nadia Zamantha Mora GarciaDeja un comentario en La oración a nuestro Padre
La oración a nuestro Padre

Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. ¿Qué hombre hay de vosotros, que si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿O si le pide un pescado, le dará una serpiente? Pues si [...]

En Su palabra, Vida Cristiana

Como debemos orar (2da parte)

01/06/201801/06/2018por Escritora Invitada2 comentarios en Como debemos orar (2da parte)
Como debemos orar (2da parte)

¡Vamos a orar! Padre nuestro que estas en los cielos… esa era la frase introductoria de mi oración. Siendo pequeña aprendí a orar la oración del Padre Nuestro de memoria. Fue una de las experiencias más maravillosas de mi niñez siendo ya cristiana, porque me permitía seguir un patrón por medio de la memorización y [...]

En Su palabra, Mini series

Cómo debemos orar (1ra parte)

30/05/201803/06/2018por Escritora Invitada5 comentarios en Cómo debemos orar (1ra parte)
Cómo debemos orar (1ra parte)

Y cuando oréis, no seáis como los hipócritas; porque a ellos les gusta ponerse en pie y orar en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos por los hombres. En verdad os digo que ya han recibido su recompensa. Pero tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cuando hayas cerrado la puerta, [...]

En Su palabra, Mini series

Aprendamos a dar

28/05/201803/06/2018por Mafelin Castillo de Germain1 comentario en Aprendamos a dar
Aprendamos a dar

Actualmente, estamos en una era en la que dar es bien visto, hay mucha conciencia sobre temas globales, sobre el hambre y catástrofes naturales en el mundo. También, la dadiva es un valor que suele usarse de la manera o por los motivos incorrectos. La propaganda de vivir para sí mismo (para complacerme y el [...]

En Su palabra, Mini series

Rechazando la Hipocresía

25/05/201822/05/2018por Escritora InvitadaDeja un comentario en Rechazando la Hipocresía
Rechazando la Hipocresía

Continuando en la jornada de estudio del sermón del monte, en esta sección vamos a ver como Jesús nos ensena a cuidarnos de tener un corazón hipócrita. Lo primero que nos llega a la mente con la palabra hipocresía es: falsedad, engaño, mentira… y si, de eso se trata. La palabra hipocresía tiene su origen [...]

Navegación de entradas

Entradas anteriores

Entradas recientes

  • Perseverando en la Oración
  • ¿Cómo luce una familia cristiana?
  • Una hermosa vestimenta
  • Cristo nuestro único modelo de vida
  • La vida en Cristo

facebook

facebook

INSTAGRAM

Si aún no has leído el artículo puedes leerlo completo a través del link que aparece en la biografía.
La vida de oración no tiene que ser perfecta. Tiene que ser constante, resistente y perseverante.
La carta a Colosas, llena de enseñanzas maravillosas y grandes retos a la vida cristiana, nos alude en su capítulo final. Un punto que para muchas es un talón de Aquiles, tanto para aquellas que practican una vida de oración, pero desean una comunión continua con el Señor, como para aquellas que no hemos establecido un tiempo fiel a un devocional diario. Ya sea por los afanes del cuidado de la vida familiar y los quehaceres del hogar, como por el trabajo y las demandas de nuestros tiempos o incluso una mezcla de ambas, sentimos que el llamado supremo a la oración supone una parte incumplida en nuestro diario vivir. Es que el mandato es claro y retador “Perseverad en la oración” (Col 4:2), y si bien el tiempo de oración diario es un anhelo de nuestro corazón, anhelo que refleja y caracteriza la obra de gracia de Cristo en nosotras, podemos encontrar que nos cuesta organizarnos, someternos y velar en ella.
Puedes leer el artículo completo en el blog. Léelo entrando al enlace que está en el perfil.
En los cónyuges hay responsabilidad mutua para someterse y amar; para obedecer y estimular. El matrimonio cristiano implica rendición mutua de nuestros deseos personales al bien la persona que amamos y someternos nosotros mismos a Cristo como Señor. El modelo de Cristo para la familia es refrescante y tan esperanzador, en una sociedad que se desvive por hacer todo lo contrario a estos estatutos. Oro al Señor por convicción, para creer en su palabra y por fe, para ejecutar y aplicar estas verdades creyendo que agradan al Señor.
Las epístolas, como esta de Colosenses, el apóstol Pablo se preocupa de exhibir la gloria de la gracia divina y de engrandecer al Señor Jesús, pero al mismo tiempo podemos notar un énfasis en detallar en los deberes de la vida cristiana. Nunca, como cristianas, debemos separar los privilegios que tenemos como hijas de Dios, de los deberes del evangelio.

Instagram

Si aún no has leído el artículo puedes leerlo completo a través del link que aparece en la biografía.
La vida de oración no tiene que ser perfecta. Tiene que ser constante, resistente y perseverante.
La carta a Colosas, llena de enseñanzas maravillosas y grandes retos a la vida cristiana, nos alude en su capítulo final. Un punto que para muchas es un talón de Aquiles, tanto para aquellas que practican una vida de oración, pero desean una comunión continua con el Señor, como para aquellas que no hemos establecido un tiempo fiel a un devocional diario. Ya sea por los afanes del cuidado de la vida familiar y los quehaceres del hogar, como por el trabajo y las demandas de nuestros tiempos o incluso una mezcla de ambas, sentimos que el llamado supremo a la oración supone una parte incumplida en nuestro diario vivir. Es que el mandato es claro y retador “Perseverad en la oración” (Col 4:2), y si bien el tiempo de oración diario es un anhelo de nuestro corazón, anhelo que refleja y caracteriza la obra de gracia de Cristo en nosotras, podemos encontrar que nos cuesta organizarnos, someternos y velar en ella.
Puedes leer el artículo completo en el blog. Léelo entrando al enlace que está en el perfil.
En los cónyuges hay responsabilidad mutua para someterse y amar; para obedecer y estimular. El matrimonio cristiano implica rendición mutua de nuestros deseos personales al bien la persona que amamos y someternos nosotros mismos a Cristo como Señor. El modelo de Cristo para la familia es refrescante y tan esperanzador, en una sociedad que se desvive por hacer todo lo contrario a estos estatutos. Oro al Señor por convicción, para creer en su palabra y por fe, para ejecutar y aplicar estas verdades creyendo que agradan al Señor.
Las epístolas, como esta de Colosenses, el apóstol Pablo se preocupa de exhibir la gloria de la gracia divina y de engrandecer al Señor Jesús, pero al mismo tiempo podemos notar un énfasis en detallar en los deberes de la vida cristiana. Nunca, como cristianas, debemos separar los privilegios que tenemos como hijas de Dios, de los deberes del evangelio.

Entradas recientes

  • Perseverando en la Oración
  • ¿Cómo luce una familia cristiana?
  • Una hermosa vestimenta
  • Cristo nuestro único modelo de vida
  • La vida en Cristo
  • Instagram
  • Facebook
  • Youtube
  • Web
Crea un sitio web o blog en WordPress.com
  • Seguir Siguiendo
    • El Atelier
    • Únete a 469 seguidores más
    • ¿Ya tienes una cuenta de WordPress.com? Accede ahora.
    • El Atelier
    • Personalizar
    • Seguir Siguiendo
    • Regístrate
    • Acceder
    • Denunciar este contenido
    • Ver sitio web en el Lector
    • Gestionar las suscripciones
    • Contraer esta barra
Privacidad y cookies: este sitio utiliza cookies. Al continuar utilizando esta web, aceptas su uso.
Para obtener más información, incluido cómo controlar las cookies, consulta aquí: Nuestra política de cookies
 

Cargando comentarios...