La supremacía de Cristo

Colosenses 1:15-20

En nuestro estudio de la carta de 1era de Juan, hablamos acerca de que Jesús es el Hijo de Dios y sobre lo que esta declaración implica.

En esta oportunidad estaremos viendo esta verdad desde la carta a los Colosenses, en el capítulo 1, versículos 15-20, en donde el Apóstol Pablo habla de Cristo y Su supremacía, es decir Su superioridad absoluta y autoridad suprema sobre todas las cosas, exponiendo verdades contundentes acerca de Su naturaleza divina y Su preexistencia, dejando una vez más en evidencia que Cristo es Dios, hecho carne. 

Así que quisiera que viéramos cuáles son esas cualidades de Cristo que describe el Apóstol Pablo a través del texto que estamos estudiando, que afirman Su supremacía, la cual es también una doctrina esencial en el Evangelio.

Cristo es Supremo sobre la creación (V. 15-17)

Dios se ha revelado visiblemente al mundo en la persona del Hijo, quien es Dios hecho carne. Me encanta cómo lo afirma Juan 1:8 en donde dice: “Nadie ha visto jamás a Dios; el unigénito Dios, que está en el seno del Padre, Él lo ha dado a conocer.”

Cristo, es quien nos ha permitido conocer y relacionarnos con el Padre, quien no se aferró a ser igual a Dios, sino que se humilló a Sí mismo, para morir en la cruz por nuestros pecados. Sin embargo, le ha sido dado un Nombre que es sobre todo nombre; ante Él se doblará toda rodilla y toda lengua confesará que Cristo es el Señor, para gloria de Dios, el Padre. (Filipenses 2).

Cristo es además supremo sobre toda la creación, no es un ser creado, no fue un profeta ni un ángel, como afirman sectas que niegan Su deidad, por el contrario, todas las cosas fueron creadas en Él, por Él y para Él. Cristo existe desde la eternidad y todo lo creado permanece por medio de Él.

Cristo es el creador, juntamente con el Padre, y quien sostiene todas las cosas. La Palabra de Dios afirma estas verdades una y otra vez, por ejemplo, en Hebreos 1:2-4 “…en estos últimos díasnos ha hablado porSu Hijo, a quien constituyó heredero de todas las cosas, por medio de quien hizo también el universo.Él esel resplandor de Su gloria y la expresión exacta de Su naturaleza, y sostiene todas las cosas por la palabra de Su poder. Después de llevar a cabo la purificación de los pecados, el Hijo se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas, siendo mucho mejor que los ángeles, por cuanto ha heredado un nombre más excelente que ellos.”

Que nadie te confunda, hermana. En la Palabra de Dios está claramente establecido que Jesús, el Cristo, es Dios, preexistente desde la eternidad, creador de todas las cosas y quien además las sostiene en Él.

Cristo es la Cabeza de la Iglesia (V. 18)

En la carta de Pablo a los Efesios también menciona en diferentes ocasiones que Cristo es la Cabeza de la Iglesia, y la Palabra de Dios también se refiere a la Iglesia como Su cuerpo.

Me gusta cómo lo describe Dustin Benge en un artículo de Coalición por el Evangelio en donde dice que: “Identificar a Cristo como la cabeza de la iglesia denota que tiene señorío soberano y autoridad suprema sobre Ella.” Y es así, Cristo es el Señor de Su Iglesia, a quien nos debemos y por quien existimos, vivimos para obedecerle y servirle, pero no como a un señor tirano, sino como a uno amoroso, que dio Su vida y se entregó por nosotros para hacernos santos y sin mancha delante de Él y con quien podremos tener comunión por la eternidad.

La segunda parte del versículo 18, es algo que no quiero dejar de destacar en donde dice que Cristo es el primero que resucitó de los muertos. Y pudiera surgir la pregunta, ¿no hubo otras personas que hayan sido resucitadas en la Biblia? Y la respuesta es que sí, las hay, pero todas estas personas volvieron a morir con los años, pero Cristo resucitó una vez y para siempre, con un cuerpo glorificado, y así mismo nos dio la garantía de que un día, aunque muramos, resucitaremos y estaremos eternamente con Él. 1 Corintios 15:12-49. ¡Cristo también es supremo sobre la muerte!

Cristo es nuestro Único reconciliador con el Padre (V.19-20)

Cristo es plenamente Dios, quien además es el único camino hacia el Padre y el único medio a través del cual podemos reconciliarnos con Él.

Después de la caída del ser humano, en el Huerto del Edén, estábamos separados de Dios, no había manera de llegar a Él, no teníamos forma de expiar nuestros propios pecados ni de cumplir con Su ley perfectamente, ¡estábamos perdidos! Sin embargo, a Dios le plugo reconciliarnos con Él por medio del sacrificio de Cristo, quien nos limpia de todo pecado, y por medio del cual tenemos paz para con Dios.

No hay otro medio, ni ninguna otra persona o manera de reestablecer nuestra relación con Dios sino es por medio de Su Hijo.  (Hechos 4:12).

En conclusión, estas verdades acerca de Cristo y Su supremacía sobre la creación, sobre la Iglesia, sobre la muerte y sobre todas las cosas, deberían hacernos mirar con asombro a nuestro amado Redentor y venir ante Él en gratitud y adoración.

Sí, Él es Supremo, es sobre todas las cosas, tiene toda autoridad y poder, sin embargo, dio Su vida para salvarnos a ti y a mí. ¡Qué amor tan inmenso, inmerecido, sobrecogedor! A Cristo sea toda la adoración, la gloria y el honor, por los siglos de los siglos, amén.

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