
Solo una persona muy impregnada de amor puede preocuparse por otros que no conoce. Por lo general, sentimos carga por familiares y amigos cercanos, pero no por personas que nunca hemos visto.
Este es el caso del apóstol Pablo, quien, a pesar de estar preso, dedica tiempo para orar por los Colosenses y escribirles para advertirles acerca de corrientes que se estaban infiltrando en la iglesia de Colosas, en contra del Evangelio.
La importancia de mantener íntegro el Evangelio, que es la verdad (Cristo mismo), no solo fue responsabilidad de Jesús, sino de nosotros. Como Judas escribe en su carta, en el versículo 3: “Contiendan ardientemente por la fe.” Dios nos ha confiado este mandato.
Siempre que hablo de este tema, pongo el siguiente ejemplo:
Imaginémonos que una persona muy amada por nosotros está en peligro y le enviamos un mensaje con alguien, y esa persona le dice todo lo contrario o les dice la verdad a medias; ¿cómo nos sentiríamos? Creo que yo descargaría todo mi furor sobre esa persona por haber puesto en peligro o quizás haberle hecho perder la vida a alguien que amo.
Así mismo Dios nos ha confiado, no solamente predicar a otros la sana doctrina, el Evangelio puro y sin manchas, sino también a velar porque no se distorsione esa verdad. La salvación solo puede llegar al mundo a través de la predicación del Evangelio. Romanos 10:14-17 nos dice: “¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique? ¿Y cómo predicarán si no fueren enviados? Como está escrito: ¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas! Mas no todos obedecieron al evangelio; pues Isaías dice: Señor, ¿quién ha creído a nuestro anuncio? Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.” Definitivamente, debemos predicar a Cristo.
Colosas era una ciudad que pertenecía a la provincia romana de Asia (hoy Turquía), y que disfruto de gran privilegio comercial. En el año 61 d. C., por causa de un terremoto, entró en un proceso de decadencia que le hizo casi desaparecer. Epafras es un personaje clave en esta carta. Es la persona que tal vez fundó la Iglesia en Colosas. Los Colosenses eran principalmente gentiles. La cultura y los judaizantes estaban ejerciendo mucha presión en la Iglesia de Colosas acerca de la ley Mosaica (versos 2:11-13, 16). Muchas creencias antiguas y paganas se habían infiltrado (versos 2:8, 14-17). (YouVersion. Versión Reina Valera 1960. Introducción a la Epístola del Apóstol San Pablo a los Colosenses).
Era necesario que una autoridad como Pablo, les escribiera para animarlos y recordarles la supremacía y suficiencia de Cristo, que es el tema central de esta carta.
Como verás en el libro que trataremos en el Club de Lectura, “Completas en Él”, la autora, Patricia Namnun nos recomienda practicar hacer la estructura de cualquier texto bíblico que estemos analizando/estudiando. Aquí te adelanto la estructura general de los Colosenses tomada de la App YouVersion. Versión Reina Valera 1960. Introducción a la Epístola del Apóstol San Pablo a los Colosenses.
1:1-8. Introducción.
1:9-23. La Obra Salvadora de Dios.
1:24 – 2:5. El ministerio de Pablo a los gentiles.
2:6 – 4:6. La nueva vida en Cristo.
4:7-18. Salutaciones finales.
Algo que nunca olvidaré de lo aprendido en este estudio de Colosenses es que, solamente conociendo a Cristo, el autor y consumador de nuestra fe, podemos vivir como es digno de Él. No hay forma de agradar a quien no conocemos.
Cuando estamos en la etapa de noviazgo o ya casadas, u otro tipo de relación, como familiar, de amistad, tal vez alguien que te ha acompañado en tu infancia o en tus momentos más difíciles, etc., si es una persona que amas, te esfuerzas por agradarle, y esto va produciendo un crecimiento en la relación; diferente a cuando nos mantenemos apáticos o nos da igual cultivar esa relación.
Si amamos a Dios, guardaremos Sus mandamientos (y esto agrada a nuestro Dios). Para guardar Sus mandamientos necesitamos conocerle, y la forma de conocerle es a través de Su Palabra (La Biblia) y Su Espíritu Santo. ¿Crees que Pablo hubiera escrito a los colosenses preocupándose por su fe y su relación con Dios, sin la ayuda del Espíritu Santo y el conocimiento suficiente del Cristo a quien el predicaba?
Solo Dios a través de Su Espíritu puede llenarnos de poder para llevar Su Evangelio a todo rincón y darnos el amor y la paciencia para hacer discípulos. Te imaginas que Pablo hubiera pensado: ¿Recibirán mi carta con agrado? o ¿y qué tal si no toman en cuenta mis consejos?
Bienvenida a la serie de Estudio a los Colosenses. Un estudio que te retará y te hará preguntarte acerca de tu labor en la gran comisión. Mantengámonos atentas a los próximos artículos, donde entraremos a la carta para analizar juntas cada pasaje y conocer de manera específica aquello que Dios, con especial cuidado, nos dejó escrito en Su Palabra, por medio del Apóstol Pablo.
Yo quiero ser usada por Dios cada día más para hablar luz al mundo, ese es el propósito de nuestra vida: Que le glorifiquemos a Él y contemos a otros la Buena Noticia.
Amen! Contar a otros las buenas nuevas de Cristo
Me gustaMe gusta