La confianza y el amor del cristiano

1 Juan 4:13 -5:4

El año pasado tuve la oportunidad de compartir junto a otras mujeres el estudio bíblico de esta carta de 1 de Juan y utilizamos la guía de estudios Luz en las Tinieblas de la autora Patricia Namnun, mucho de lo que comparto aquí es producto de esos encuentros.

Fuimos confrontadas principalmente con nuestra condición pecaminosa al relacionarnos con los demás, nuestra actitud poco piadosa, como nos volvemos intolerantes, criticonas, chismosas, insensibles ante las necesidades del otro, amamos de palabras no de hecho y en verdad. Hablamos de la falta de perdón, el odio, abuso verbal, omisión y otras actitudes del corazón igual que cualquier homicida (1 juan 3:15).

Si has seguido este estudio, recordarás que el apóstol Juan es probable que estuviera combatiendo contra falsas herejías que amenazaban destruir los fundamentos de la fe y las iglesias. Esta carta enfatiza la deidad de Jesucristo y condena a los que la niegan (2:15-17; 3:3-10).

En el capítulo 1 versículo 3 vimos la manera en cómo los apóstoles mantenían una comunión con el Padre y con Su Hijo Jesucristo. Lo que hemos visto y oído, eso os anunciamos, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y con su Hijo Jesucristo.  Esta comunión intima con el Padre y con el Hijo solo es posible a través del sacrificio de muerte y resurrección de Jesús, si aún no tienes a Jesús como salvador de tu alma y como conexión con el Padre, te invito a que reconozca que la obra de Jesús en la cruz es la paga por tus pecados y tu maldad, que te arrepientas de ellos y pídele para que te dé un corazón que desee vivir en comunión con El y llevar una vida que te permita andar en la luz, en la verdad de Su Palabra Santa. 1 juan 2:5 pero el que guarda su palabra, en este verdaderamente el amor de Dios se ha perfeccionado; por esto sabemos que estamos en él.

Quienes ya hemos recibido el don del Espíritu Santo (En esto conocemos que permanecemos en él, y él en nosotros, en que nos ha dado de su Espíritu. 1 Juan 4:13) Luego que somos sus hijas, que el Padre nos ha otorgado por su gran amor que así seamos llamadas, estamos supuestas a ser mujeres que no amamos las cosas de este mundo, su sistema de valores, la manera de pensar, todo aquello que no tiene un valor eterno. Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo; filipenses 3:20. En esto está puesta nuestra confianza, en la promesa que Dios mismo nos hizo: la vida eterna. 1 Juan 2:25.

Por Su Amor, Dios envió a Su Hijo a ser nuestro Salvador y nos ha dado Su Santo Espíritu como evidencia de que permanecemos en El. El amor es la seguridad de la mujer cristiana. En esto se ha perfeccionado el amor en nosotros, para que tengamos confianza en el día del juicio; pues como él es, así somos nosotros en este mundo. 1juan 4:17. El amor de Cristo es nuestra confianza. La obra de Jesús en la cruz quitó toda condenación de nuestra vida y no debemos tener temor por el día del juicio. Hemos nacido de Dios y hemos recibido la naturaleza de Dios, caracterizada por el amor, entonces, seamos mujeres que aman a los demás, si Dios se desprendió de Su único Hijo, nuestro llamado es ser mujeres creyentes que muestren un amor sacrificial por nuestros hermanos.

Su amor se perfecciona en nosotras, representa el centro del testimonio cristiano. Reflexionemos si estamos demostrando este amor con nuestros amigos, padres, hijos, compañeros de trabajo o de estudio, etc. ¿Está nuestra vida siendo un testimonio del amor de Dios? ¿Están mis acciones y actitudes hacia los demás reflejando ese amor? ¿Está siendo mi vida congruente con el amor que digo tener?

1 Juan 4:12-17, nos habla de la permanencia en el amor, si nos amamos unos a otros Dios permanece en nosotras y su amor se perfecciona en nosotras (v.12). Ora al Señor, en adoración y gratitud, porque Él te amo primero a través de Cristo, pídele que te lleve a amar a los demás como respuesta de un corazón que ha sido amado primero.

El baluarte de nuestra Fe

La iniciativa en amarnos forma parte activa en el acto del nuevo nacimiento:

Todo aquel que cree que Jesús es el Cristo, es nacido de Dios; y todo aquel que ama al que engendró, ama también al que ha sido engendrado por él. En esto conocemos que amamos a los hijos de Dios, cuando amamos a Dios, y guardamos sus mandamientos. Pues este es el amor a Dios, que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son gravosos. Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe. 1 Juan 5:1-4

Fe en el Hijo de Dios”, así podríamos titular este pasaje, la fe es la primera señal activa del nuevo nacimiento, y el efecto de esa fe es la obediencia a Sus mandamientos a través de la obra del Espíritu Santo.

Como mujeres creyentes se nos ha dado la capacidad de obedecer Sus mandamientos, Su Palabra debe ser nuestro alimento, estas verdades traen transformación a nuestras vidas. Mostremos nuestra fe a través del amor a otros y la obediencia a Sus mandamientos. No podemos decir que amamos a Dios y a los demás sino guardamos Sus mandamientos. En conclusión, la obediencia a la Palabra es una muestra de amor a mi hermano. ¿Por qué a veces nos es difícil obedecer?

¡Gracias por Jesús porque Su muerte en la cruz nos ha dado la victoria, gracias por Su Palabra!

Si ves necesario, confiesa en arrepentimiento si hay falta de amor a Dios y a tu hermano por no guardar Su Palabra. Pidamos al Señor por un corazón que pueda responder en obediencia.

Por Marisu Camilo!

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