No es desconocido para ninguna de nosotras que vivimos en una generación en extremo sexualizada. La música, las películas, las series, los programas de televisión, la publicidad, etc., están cargados de contenido que incita a vivir vidas en las que se tenga la “libertad” de tener relaciones sexuales con quien quieras y cuando quieras; en donde todo lo que importa eres tú, “tu felicidad y tu autosatisfacción”.
Ser una joven o mujer soltera en estos tiempos y vivir bajo los estándares de pureza que enseña la Palabra de Dios, es visto como ridículo, atrasado y hasta represivo. Además, las tentaciones a ceder a estas presiones y a los propios deseos carnales son cada vez mayores.
Pero ¿es posible ser soltera y pura para el Señor? ¡Claro que sí! Nuestro Dios nos llama a todos a vivir en pureza y santidad en todas las etapas de nuestras vidas, y la soltería no es la excepción. Somos provistas de Su ayuda y nos ha dado Su Espíritu y Su Palabra para hacer esto posible (1 Tesalonicenses 4:3-7).
Me encanta 1 Corintios 7:34 (NBLA): “… La mujer que no está casada y la virgen se preocupanpor las cosas del Señor, para ser santas tanto en cuerpo como en espíritu…” Me llaman mucho la atención dos cosas de como esta versión cita este texto. La primera es que habla de la mujer no casada, que pudiera incluir a la mujer viuda, divorciada o alguien que haya tenido relaciones sexuales antes de venir al Señor, y también, de la virgen quien es alguien que nunca ha tenido relaciones sexuales, y el estándar de pureza que ambas deben procurar para Dios es el mismo. La segunda cosa es que dice “tanto en cuerpo como en espíritu”, hablando de ese cuidado no sólo de no cometer fornicación con el cuerpo, sino, de la parte espiritual, lo cual incluye nuestra mente y pensamientos.
Entonces, ¿de qué maneras puede una mujer no casada o virgen cuidar su pureza, tanto en cuerpo como en espíritu? Quisiera compartirte algunos aspectos prácticos.
Ten cuidado de lo que ves y escuchas
Como hablaba inicialmente, vivimos en una generación en donde abundan los contenidos cargados de toda la inmoralidad sexual que el sistema de este mundo desea promover y normalizar. No debes subestimar la influencia que puede tener en tu mente, tus pensamientos y deseos, todo lo que consumes en términos de entretenimiento.
Para las chicas fanáticas de los dramas, series y películas en general, tristemente, la mayoría de las producciones hoy día están cargadas de fornicación, adulterio, etc.; por más linda, romántica, emotiva o chistosa que pudiera ser la historia, en muchas no hay filtros en las escenas que colocan, así que debes tener mucho cuidado de lo que escoges mirar y escuchar (esto incluye la música), para no hacerte vulnerable al pecado. Esto es algo que todas deberíamos tomar en cuenta, seamos solteras o no.
Tristemente, algunas jóvenes y mujeres solteras ya han ido lejos y se han expuesto a la pornografía, generando un terrible daño en sí mismas, en sus emociones y pensamientos, y distorsionando completamente la realidad del sexo, y del diseño y espacio de Dios para el mismo. ¡Huye de ella! (1 Corintios 6:18). Si ya te has expuesto a la pornografía y te sientes en un hoyo del cual no puedes salir, pide ayuda. Busca consejeras cristianas maduras a las que puedas confesar este pecado, para que te acompañen en tu proceso de ser sanada y restaurada por el Señor, y a las que puedas rendirles cuentas sobre tus luchas.
También debes tener cuidado con quiénes conversas sobre temas sexuales y el fin con que lo haces. El sexo no debe ser un tema tabú entre cristianas, el mismo es bueno y fue creado por Dios para el matrimonio, pero si conversamos sobre este tema debe ser siempre en el marco de todo lo que es agradable a Dios, con otras mujeres maduras que puedan orientarte y viéndolo a la luz de la Verdad de Dios y del regalo que es para ser disfrutado en el matrimonio (Hebreos 13:4).
Pon límites en las relaciones con los varones
Hace un tiempo escribí un artículo en donde hablo ampliamente de los límites que debemos tener en nuestras relaciones con el sexo opuesto, y puedes referirte al mismo si deseas ver este punto de manera más completa.
Nuestras relaciones con los varones, aún siendo solteras, deben ser de manera pura. En 1 Timoteo 5:2, Pablo le dice al joven pastor que debe tratar a las jóvenes de la congregación como a hermanas, con toda pureza. De nuestra parte, también debemos tratar a nuestros amigos como a hermanos y procurar la pureza en nuestra interacción con ellos.
Naturalmente, si eres soltera y deseas casarte algún día (esto es un anhelo totalmente legítimo y puedes orar por ello), tendrás que relacionarte con tu potencial esposo algún día y es normal que la relación de amistad vaya creciendo hasta una relación de cortejo y posterior noviazgo, con fines de casarse; pero aún ahí ambos deben procurar honrar al Señor en reservar las relaciones sexuales únicamente para el espacio que Dios creo, el matrimonio entre un hombre y una mujer.
Cultiva y crece en tu relación de intimidad y comunión con Dios
Dejo este punto de último, pero es el más importante de todos; con el que quiero cerrar, porque de este parten todos los demás.
Amada, estás en una buena etapa de la vida, en la que Dios te ha colocado, conforme a Su voluntad. Procura crecer en tu relación con el Señor, en la oración, en estudiar Su Palabra y en el servicio a los demás. Tener una vida guiada por Dios y una relación cercana e íntima con Él, es determinante para poder vivir una vida en pureza. Es con las fuerzas de Su Espíritu que podrás vivir apartada para Él y no conformarte a los parámetros de este mundo; es conociéndolo a Él y atesorándolo por encima de todas las cosas que podrás decir no a toda inmoralidad sexual; y es confiando y descansando en Dios que tendrás paz y contentamiento con la etapa de la vida en que estás, y podrás esperar en Él y saber que Su voluntad para contigo es buena, agradable y perfecta (Romanos 12:2).
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