
“Amado, ruego que seas prosperado en todo, así como prospera tu alma, y que tengas buena salud” 3 Juan 1:2 (NBLA).
En los últimos años la alimentación saludable se ha vuelto un ¨hito de moda¨ donde para las personas es tendencia llevar algún tipo de plan nutricional, esto desde una perspectiva general es lo correcto, y es importante que entendamos que cuidar de nuestra alimentación es cuidar de nuestra salud a corto y largo plazo; ya que de lo que sí no hay duda es de que somos lo que comemos, siendo el alimento nuestra principal medicina, como sentenció el médico griego Hipócrates.
Nuestro Padre Dios, nos declara en Su Palabra a través del apóstol Juan, que es importante que tengamos buena salud, ya que con este privilegio podemos cumplir mejor con el llamado de Dios para nuestras vidas como mujeres piadosas.
Destacar que la rutina y las ocupaciones diarias muchas veces nos impiden dedicar tiempo a comer saludablemente y ante el descuido terminamos ingiriendo productos altos en grasa y con poco aporte nutritivo, desencadenando enfermedades (Obesidad, Diabetes, Hipertensión).
Ahora bien, como todas sabemos, estamos viviendo actualmente una situación mundial con este virus llamado COVID-19 y esto ha llevado a todos los países del mundo a entrar en periodos de cuarentena, provocando así que la dinámica de vida nos cambie de manera drástica. Afectando todos los ámbitos de nuestras vidas y forzándonos a prestar mayor atención a cosas que ¨quizás¨ habíamos olvidado que eran importantes (como por ejemplo pasar tiempo con nuestro núcleo familiar: mamá, papá, hermanos).
Esta nueva ¨Covidianidad¨ (como algunos le llaman), ha generado que muchas personas utilicen la cuarentena para tener desórdenes alimenticios y no recuerdan que esto afecta su salud. Al tener un cambio brusco de rutina, esto ha provocado que la ingesta de alimentos poco saludables y el sedentarismo se apoderen de nuestras vidas provocando que nos olvidemos de lo que realmente importa. Muchas ocasiones el ingerir cantidades excesivas de algunas comidas mientras estamos en cuarentena se convierte en un escape emocional ante la situación actual (la llamada hambre emocional, se ha apoderado de nosotras en estos tiempos), ya que lidiar con el papel de esposa, madre y trabajar desde casa han provocado una ola de emociones que solo con la ayuda del Espíritu Santo, a través de Su Palabra podremos salir victoriosas.
En Proverbios 23:2 (NBLA) dice «Y pon cuchillo a tu garganta, si eres hombre de mucho apetito», podemos ver aquí mis hermanas, que Dios nos hace un llamado a no comer en exceso ni a dejarnos llevar del hambre emocional, debemos identificar las señales reales de apetito y saber cuándo estamos siendo glotonas. En Lucas 21:34 (RV95), Cristo amonesta específicamente contra la glotonería en los últimos días. La glotonería es responsable de muchas enfermedades degenerativas.
Amadas hermanas, nuestros cuerpos son tan importantes que el Señor los llamó templos de Dios; 1 Corintios 3:16–17 (NBLA) dice: ¿No saben que ustedes son templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en ustedes? Si alguno destruye el templo de Dios, Dio lo destruirá a él, porque el tempo de Dios es Santo y eso es lo que ustedes son.
Cuidar de nuestros cuerpos, es ser obedientes a nuestro Padre celestial y la obediencia es una respuesta de amor y rendición a Dios que nos da como recompensa una vida llena de bendiciones.
A continuación, vamos a enumerar algunas pautas a seguir para comer sano y estar saludables. Que la cuarentena no sea excusa para tener malos hábitos.
¿Qué pautas nutricionales seguir para comer sano?
Lo principal es entender la importancia de una alimentación saludable, no dejarnos llevar solo porque esté de moda, sino comprender que como mujeres cristianas que seguimos la verdad de Cristo, cuidar nuestro cuerpo, como templo del Espíritu Santo, es parte de nuestra integridad, esto nos empujará a esforzarnos y nos ayudará a lograr hacerlo parte de nuestros hábitos, nuestra manera de vivir y no verlos como algo agregado a lo ¨normal¨, sino entender que debe ser parte de nuestras vidas, siempre.
- Conocer los tipos de alimentos para saber realizar las combinaciones equilibradas de nutrientes (proteínas, carbohidratos, grasas) en los platos.
- Moderar las porciones de los alimentos.
- Aprender preparaciones dinámicas para innovar en la preparación de los platos y así no aburrirnos ni cansarnos.
- Realizar ejercicios durante la semana (destacar que no es necesario salir de casa para hacerlos).
Beneficios de una buena nutrición para nuestra salud
- Retrasamos o prevenimos la aparición de enfermedades.
- Descansamos mejor.
- Somos capaces de concentrarnos con mayor facilidad.
- Tenemos más energía.
- Mejoraremos nuestras digestiones.
Dios nos hace un llamado como mujeres piadosas a vivir nuestras vidas de forma integral, a no dejarnos llevar por las corrientes de este mundo, a entender que cuidarnos es obedecer a Dios y que esto bendice nuestras vidas a corto y largo plazo.
¡Ánimo! Esta pandemia es solo parte de las enseñanzas que Dios tiene para nuestras vidas.
Gracias por tan buen y edificador contenido.
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Gloria a Dios que haya sido de edificación para tu vida y Gracias a ti amada hermana por leernos!
Dios te guarde más!
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