
Llegó FEBRERO… y no es un secreto que para las mujeres alrededor del mundo esto significa el mes del amor y la amistad, de los enamorados, de las parejas o de san valentín.
El clima se torna ¨romántico¨, se comienzan a compartir muchos escritos sobre ¨trucos¨ para atraer a tu chico, o fascinantes formas de sorprenderlo, entre muchos otros títulos que Google puede proveer sin problemas, todo esto sin mencionar las estrategias de marketing en miles de empresas.
Lastimosamente, hoy en día hay 2 extremos en los que podríamos caer; ser personas insensibles u obsesionadas. Al primer grupo incluso les disgusta el tema de ¨estar flechados¨, y los del segundo grupo se enamoran del amor por así decirlo. Cualquiera de los dos casos haría borrosa la imagen de Cristo.
Si bien es cierto que los pensamientos del Señor son más altos que los nuestros y no sabemos quiénes están destinados a contraer matrimonio y quien no, o cuantos años esté vigente un matrimonio antes que la muerte los separe. Ciertamente algo que tenemos en común todos es que seremos solteros en alguna etapa y luego de nuestra muerte terrenal, seguiremos solteros.
Me parece muy curioso lo poco (a mi percepción) que en las congregaciones se habla del tema de vivir la soltería al máximo, sin tornarse insensibles a los afectos que como seres humanos Dios ha puesto en nosotros, pero al mismo tiempo sin sufrir tanto durante este tiempo.
Antes de considerar ser
flechado:
1- Cultiva
tu relación con Dios, medita en la Palabra profundamente, afirma tu fe, sirve
al Señor. Probablemente no tengas tanto tiempo disponible para ti y
Dios a solas como en tu soltería, sin interrupciones, con comodidad y tanta
lucidez. (El soltero se preocupa por las cosas del Señor, cómo puede agradar al Señor. 1 Corintios 7:32)
2-Aprende/estudia tanto como puedas, evita el ocio la vida se complica cada vez más, con esto quiero decir que las responsabilidades son mayores con el tiempo y no se tendrá la misma flexibilidad, oportunidades, energías e incluso capacidades físicas que requiere estudiar, aprender cosas nuevas, dominar ciertas cosas o especializarse en otras. Lo importante siempre es que como dice la Palabras; ¨Ya sea que coman, que beban, o que hagan cualquier otra cosa, háganlo todo para la gloria de Dios. 1 Cortintios 10:31)
3-Haz compañeros de viaje, muchos no saben lo valioso que es encontrar amistades que te acerquen a Cristo y también ser una amistad que edifique a quienes le rodean. (El que anda con sabios será sabio, pero el compañero de los necios sufrirá daño. Proverbios 13:20) No seas superficial, se intencional en conocer a tu prójimo, incluso es una gran oportunidad para contrarrestar la mentira de pensar en ¨la soledad¨ a modo negativo y como fuente de queja.
4-No
vivas centrado en la próxima etapa, si bien es cierto que es
importante prepararse, en cada tiempo hay prioridades más adecuadas que otras,
es muy beneficioso trazarse metas y sacar el mejor partido de nuestra
habilidades, si Dios así lo quiere encontrarás esa persona con la que
contraerás matrimonio.
Pero mientras ese tiempo
llega puedes viajar con propósito y aventurarte, estar dispuesta a ayudar a
quien lo necesita, incluso probar un nuevo régimen alimenticio, un cambio de
look, ahorrar para comprar el vehículo que estás necesitando hace tiempo,
probar nuevos pasatiempos, identificar en que áreas aun necesitas ser más
disciplinada y trabajar en ello, entre otras cosas que en si misma no son
pecaminosas pero que a fin de cuentas son legítimas.
5- Cada
día recuerda TU misión
Quiero citar a Britanny
Kauflin en su escrito ¨¿Cómo glorificar a Dios en mi soltería¨
Un
versículo dice: “Ustedes no son sus propios dueños,
fueron comprados por precio. Por lo tanto, honren con su cuerpo a Dios”. Ese es
el versículo que recuerdo cada día. No soy dueña de mí misma. No creeremos la
mentira de que estos años de vivir sola me pertenecen; no, no son para mí. Eres
una hija de Dios, redimida, eres una pecadora rescatada, redimida para
glorificar a Cristo. Entonces, cada día que te despiertas, cada momento de tu
día, está lleno de un propósito, el de
dar gloria a Jesucristo, quien vino no a ser servido sino a servir y dio su
vida en rescate por muchos. No desperdicies tus años de soltería pues son muy
importantes y llenos de propósito.
El amor de un esposo puede cambiar, no debería pero puede hacerlo. El amor de Cristo nunca cambia; es el mismo ayer, hoy y para siempre. Entonces, si eres cristiana, estás afianzada en el amor del Padre y puedes luchar cada día para creerlo. “Permanecer” significa vivir en ello, en la certeza de esa verdad; así que no es solo creerlo en tu mente, sino vivir esa realidad, lo que quiere decir que no estaré ansiosa ni desesperada por buscar amor, pues lo tengo en Cristo.
¿Antes de querer estar flechada ese febrero 2019, ya has aprovechado tu soltería de manera palpable?
¡Muy lindo! Me gustó. Muchas gracias por escribir de esa forma y para mi Jesús.
Me gustaMe gusta