
Estoy súper emocionada de poder hacer un ZOOM a una micro-narrativa del antiguo testamento como es la de Rahab la ramera, cuya descripción se encuentra en Josué 2 y Josué 6: 17-25.
Es importante tener en cuenta los personajes, la trama y la conclusión al analizar historias del Antiguo Testamento. En primer lugar, lo que sabemos acerca de Rahab, según los pasajes, es que vivía en Jericó durante el tiempo de Josué (el sucesor de Moisés luego de su muerte), nada más y nada menos que en la muralla, un lugar muy vistoso y concurrido. También nos dice la Palabra que allí, en esa muralla, dos espías estuvieron escondidos durante su exploración de la tierra prometida. Todo el pueblo de Israel pasó 40 años en el desierto por su desobediencia durante el tiempo de Moisés para finalmente poder entrar allí.
Jericó de por sí pertenecía al reino amorreo y tenían un estilo de vida tan pecaminoso que Dios mismo mandó a que fueran exterminados hacía mucho tiempo:
“Pero en las ciudades de estos pueblos que el Señor tu Dios te da en heredad, no dejarás con vida nada que respire, sino que los destruirás por completo: a los hititas, amorreos, cananeos, ferezeos, heveos y jebuseos, tal como el Señor tu Dios te ha mandado, para que ellos no os enseñen a imitar todas las abominaciones que ellos han hecho con sus dioses y no pequéis contra el Señor vuestro Dios.” Deuteronomio 20:16-18
Entonces, el describir a Rahab como “la ramera”, es un signo de que su propia subsistencia dependía del mal; la sociedad que la rodeaba la había incitado a ello. Pero Dios en su infinita gracia la salvó, y ya veremos el proceso y por qué Dios usa su mal para bien. Me encanta esta cita de John McArthur, en su libro 12 Mujeres extraordinarias:
“Así, Rahab es la primera persona que la Escritura nos presenta en la Tierra Prometida. Por la providencia generosa de Dios, ella sería uno de los ejes del triunfo militar de Israel. Toda su vida, su carrera y su futuro cambiarían por su encuentro inesperado con los dos espías.
Esta es una increíble confluencia de fuerzas para bien: por una parte, una mujer pagana, solitaria, cuya vida hasta ahora no tenía nada de heroico y por otra, una nación entera de refugiados itinerantes, que habían vivido cuarenta años bajo la amonestación de Dios debido a la desobediencia de sus padres (Pueblo de Israel). Pero la colaboración de Rahab con los espías fue el comienzo de la caída de Jericó. La derrota de Jericó fue la primera conquista dramática en una de las más grandes historias de campañas militares de Israel.”
Aunque muchos tildan la Biblia de machista, la misma Biblia tacha su argumento con la vida de Rahab, pues Dios la exalta providencialmente y le da el honor de ser parte importante del inicio de la conquista de la Tierra Prometida y de formar parte de lo que sería la toma de posesión de esas tierras.
Por otro lado, si seguimos leyendo Josué 2, es difícil determinar cómo los espías entraron en la casa de Rahab, pero es muy fácil percibir que todo lo que necesitaban estaba allí en esa casa: mirar de cerca la muralla, que era la principal defensa de la ciudad, y tener un lugar del cual huir rápidamente si eran encontrados.
A todo esto, todos los habitantes de Jericó se enteraron de la presencia de los espías y tenían cierto temor porque el pueblo Israelita estaba muy cerca de ellos y conocían que Dios estaba con ellos y los milagros que habían ocurrido, como cruzar el Mar Rojo en seco. Sin embargo, ese supuesto temor no impedía que dejaran sus vidas de pecado.
Ya que el Rey estaba informado de que dichos espías entraron a la casa de Rahab, de inmediato los mensajeros fueron a interrogarla. Ella dijo información falsa con el fin de ocultarlos, usó una mentira para cubrir y proteger a estos hombres. En este momento surge la gran duda, ¿No dice la Biblia que abominación es al Señor los labios mentirosos (Prov. 12:22)? Sí lo dice. ¿Es permitida la mentira para un “buen fin”? ¡Claro que no! ¿Acaso no fue elogiada ella en el nuevo testamento por su fe? Si, ciertamente.
¿Cómo todo lo anterior hace sentido? La verdad es que la Palabra nunca exalta la mentira y Rahab no es elogiada por ello, sino más bien por su fe. J. McArthur explica esta encrucijada mejor que yo cuando dice que:
“En ese momento, (Rahab) su fe recién nacía, débil, y con necesidad de nutrientes y de crecimiento. Sus conocimientos de Jehová eran escasos. (En Josué 2.9-11 ella deja en claro que algo sabía sobre Él, habiendo desarrollado un agudo interés en Jehová como producto de las historias sobre el escape de Israel desde Egipto. Pero es probable que, antes de esa noche, no haya conocido a un verdadero adorador de Jehová.) Muy posiblemente no tenía conocimiento del valor que Él asignaba a la verdad. Mientras tanto, ella era un producto de una cultura corrupta donde la ética era prácticamente inexistente.
En su sociedad y especialmente en su profesión, mentir era un estilo de vida. La manera como respondió es justo la que podríamos esperar de un nuevo creyente bajo estas circunstancias. El punto es que esa fe de Rahab, aún sin desarrollo, inmediatamente dio frutos de acción. «Recibió a los espías en paz» (Hebreos 11.31) quiere decir que no solo los escondió sino que también los abrazó implícitamente su causa. De este modo confió todo su futuro al Dios de ellos. Y la prueba de su fe no fue la mentira que dijo, sino el hecho que «recibió a los mensajeros y los envió por otro camino» (Santiago 2.25) cuando podría haberlos delatado por dinero. La mentira no es lo que hizo que su acción fuera loable. Fue que renunció a una recompensa fácil, se puso en peligro, y se jugó el todo por el todo por el Dios de Israel.”
Finalmente, luego de haber ingeniado la idea de esconderles, ella hizo lo siguiente:
“Y antes que se acostaran, ella subió al terrado donde ellos estaban, y dijo a los hombres: Sé que el Señor os ha dado la tierra, y que el terror vuestro ha caído sobre nosotros, y que todos los habitantes de la tierra se han acobardado ante vosotros. Porque hemos oído cómo el Señor secó el agua del mar Rojo delante de vosotros cuando salisteis de Egipto, y de lo que hicisteis a los dos reyes de los amorreos que estaban al otro lado del Jordán, a Sehón y a Og, a quienes destruisteis por completo. Y cuando lo oímos, se acobardó nuestro corazón, no quedando ya valor en hombre alguno por causa de vosotros; porque el Señor vuestro Dios, Él es Dios arriba en los cielos y abajo en la tierra. Ahora pues, juradme por el Señor, ya que os he tratado con bondad, que vosotros trataréis con bondad a la casa de mi padre, y dadme una promesa segura, que dejaréis vivir a mi padre y a mi madre, a mis hermanos y a mis hermanas, con todos los suyos, y que libraréis nuestras vidas de la muerte. Y los hombres le dijeron: Nuestra vida responderá por la vuestra, si no reveláis nuestro propósito; y sucederá que cuando el Señor nos dé la tierra, te trataremos con bondad y lealtad.” Josué 2:8-14
Brevemente podemos ver como describe el poco conocimiento que tenía acerca del Señor y su confianza en que esto era verdad. Esta fue la motivación que la llevó a actuar a favor del pueblo de Israel con estos espías, aunque no con el método más lícito que pudiéramos imaginar, pero sí el más “común” para ella, que estaba en vuelta en una práctica pecaminosa todo el tiempo. De todas formas, ella se expuso al peligro de ser atrapada causa de ellos.
Su mención en el nuevo testamento como parte de la genealogía de Jesús no es casualidad (que por cierto es poco común que las mujeres aparezcan en las genealogías), ni tampoco es fortuito que sea ejemplo de fe en Hebreos 11 o de una vida que presenta su fe con sus obras en el libro de Santiago. Incluso el cambio de vida que tuvo, significó la protección para su familia al momento de la destrucción de la muralla de Jericó y más adelante de su descendencia (Booz y mucho más adelante Jesucristo.)
En conclusión lo que aprendemos de Rahab es que una vez más podemos confiar en un Dios de gracia que transforma corazones y que este suceso durante la entrada del pueblo de Israel a la tierra prometida fue solo el principio de una vida redimida. Que un gran Dios puede salvar al más vil de los pecadores por medio de la fe como lo hizo con ella. ¿Lo crees así?
Amen, …de saulo de tarso a apostol Pablo, de David el pastor a el Rey David…debe llegar el momento en que aceptemos que Dios puede usar a quien sea, cuando quiera y como quiera. Incluyendonos a ti y a mi, si Él lo desea. No existen superhumanos, solo existen humanos rendidos a los pies de Cristo, “muertos” nacidos de nuevo por el poder de Espíritu Santo.
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¡Amén! Así es, todo se trata de Dios y no de nosotros.
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