
Me atrevo a asegurar que muchas de nosotras tenemos amigas que son más que hermanas, incluso hay que las tenemos desde la infancia y hoy día siguen firmes. Otras amistades surgieron en la universidad, en la iglesia, en el trabajo o aquellas que conocimos a través de otros amigos con las que rápidamente hicimos “química”. ¡Qué preciosa es la amistad! Damos gloria al Señor por nuestros amigos, porque a través de ellos vemos de Su favor y Su amor.
Sin embargo, en el transcurso de ciertas amistades, podríamos darnos cuenta de que algunas cosas no están marchando bien, lo que debe llevarnos a evaluar, reflexionar e incluso tomar alguna decisión en este aspecto. Por eso, es necesario enfrentar estos hechos con madurez por nuestra propia salud espiritual / emocional, y también por la de las demás personas.
Anteriormente estuvimos hablando de “Amistades que edifican”, y también de cómo podemos identificar los “Limites en una relación de amistad” donde explicamos algunas verdades que nos permiten ser un buen amigo y encontrar uno por igual. De modo que, partiendo de estas referencias, tomemos el tiempo para analizar de qué maneras puede una relación ir mal y qué podríamos hacer al respecto.
Una relación anda mal…
- Cuando nos hace alejarnos del Señor.
OJO AQUÍ: Las amistades tienen el poder de influir en nuestras creencias y acciones y resulta que algunas pueden ser toxicas para nuestro andar con Cristo. Muchas de esas amistades pueden venir, en su mayoría, de personas no cristianas. A veces tenemos amigas que conocemos en la universidad y, aunque tratamos de serles de buena influencia, lamentablemente ellas terminan por influenciarnos a nosotras. Como, por ejemplo, con conceptos feministas del respeto por la autoridad del hombre en la casa, o de la libertad de decir o hacer lo que se quiera, acogiendo el llamado “libre albedrío”. No podemos hacer alianza con aquellas cosas y personas que se constituyen enemigos de la verdad del Señor. Proverbios 12:26 / 1 Corintios 15:33
- Cuando nos sentimos “vacías”.
Una relación de amistad no puede estimular la codependencia, que da como resultado sentir un gran vacío cuando no se está en compañía de la otra persona. Cuando esto sucede, algo evidentemente va mal. Esto es un llamado de alerta, porque nuestra plenitud y contentamiento deben estar suplidos en Cristo, todo lo demás son añadiduras. Eclesiastés 12:13 / Salmos 1:2
- Cuando no es equilibrada.
Con no equilibrada me refiero a aquel tipo de relación en donde una de las partes es que da todo para que esta funcione, es decir que sólo una persona es la que llama o está pendiente, la que siempre recuerda los cumpleaños, la que organiza encuentros para pasar tiempo juntos; es aquella que abona y riega las flores de la relación. Con el tiempo esta dinámica gasta y resulta cansona. Al final, puede surgir la fricción de los sentimientos e interpretarse como que ha sido “usada” por la otra parte. El cariño se muestra con acciones entre ambas partes por igual. Proverbios 27:17
- Cuando se pierde sinceridad, constancia y prudencia.
Estas tres cualidades son esenciales en el desarrollo de buenas amistades. Cuando una o varias de estas faltan, quiere decir que debemos evaluarlas. La sinceridad es la virtud de decir las cosas honestamente; la constancia es mantenerse firmes como amigos (no un día sí y el otro no) y la prudencia es saber ser discretos, moderados. Proverbios 18:24 NTV
- Cuando los defectos son más notorios que las virtudes.
Este punto puede ser muy sensible puesto que cuando las palabras de afirmación, la motivación con verdades bíblicas y el apoyo incondicional no están presentes, esta relación se ve empañada por la crítica continua y el descontento evidente que se obtiene de sólo resaltar lo negativo de los demás. No confundamos ser sinceros con “honestidad brutal”. Todo tiene su tiempo y el tacto es necesario para expresar algunos argumentos, pero por sobre todas las cosas, los amigos están para fortalecer lazos, no para debilitarlos. Proverbios 26:18-19
- Cuando surge la manipulación o chantaje emocional.
Esto es algo delicado. Para llegar a este punto, la persona realmente tiene una dificultad que debe ser tratada por un profesional y entregar sus emociones y deseos de control a los pies de Cristo. Puede darse el caso de que tengamos amigos que conocen nuestras debilidades y suelen aprovecharse de ellas, de manera consciente o no. Nosotras por igual pudiéramos ser manipuladoras para lograr nuestros objetivos, aun en cosas bien sencillas. Ser amigo es una virtud. Cuando se abusa de la gentileza y el afecto de otros para el propio beneficio y no el de todos, la amistad no cumple con su propósito, sino que se usa de manera egocéntrica e injusta. Juan 15:13
- Cuando se sobrepasan ciertos límites.
Hay cosas que sobrepasan la confianza y los límites. Recuerdo cuando era una adolescente (en mis 14 o 15 años, que, de hecho, tenía un temperamento insoportable), tuve una amiga mucho mayor que yo, que no sé de dónde salió, que para saludarnos siempre lo hacíamos con insultos (hola ridícula, loca, etc.). Un día frente a su esposo, le dije ciertas cosas que realmente ella se sintió muy avergonzada y vi en sus ojos que quería desaparecer instantáneamente de ese lugar. Ya se podrán imaginar la escena. Esa clase de “confianza” es destructiva. Santiago 3:5
Podemos afirmar que las relaciones de amistad fueron creadas por Dios. A Él le plujo darnos el gozo de la compañía, lo que nos lleva a reconocer que todas ellas deben apuntar a glorificarle, a ejemplificar de Su amor y del precioso trabajo que Su santo evangelio ha hecho en nosotras. Anhelemos siempre agregar valor a nuestras amistades. Si tienes amigas no cristianas, busca serles tú de influencia; invítalas a la iglesia, ora por ellas, comparte tu testimonio y declaración de fe. Si te aceptan es porque respetan tus principios y creencias. Si te rechazan, que sea por honrar al Señor.
Hay tantos buenos ejemplos de amistad pura en la Biblia de los que debemos aprender. Reflexionemos al leer este texto, si tenemos alguna relación que anda mal, preséntala en oración, pide perdón y perdona, procura someterlas todas al Señorío de Cristo. En estos tiempos tan efímeros, la buena amistad es bien apreciada.
Hola!Me alegra que hablen de cuando se tiene amistades con inconversos ya que en muchas ocasiones se va a los extremos dentro de la iglesia es más hay hermanos que creen que no es bueno tener amigos cristianos..Es esto bíblico?
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Hola Silvia, muchas gracias por leernos, orando que sea de edificación a tu vida.
De igual forma te agradecemos el mensaje.
Definitivamente como cristianos debemos relacionarnos con los no creyentes con la única intención de guiarlos a la cruz, esa es la manera de poder mostrarles el mensaje de salvación.
Sin embargo, tener amigos cercanos no creyentes no es saludable, ni recomendado. La Biblia menciona que no tenemos nada en común con los incrédulos (2 Corintios 6:14-15) y esto mi querida hermana es una cerca de protección de parte de nuestro amado Padre.
Parte de los objetivos dentro de una relación de amistad cercana, es apoyarse mutuamente, ser confrontadas a la luz de la Palabra ante un pecado, ser corregidas, alentadas, guiadas a Cristo. Tu mejor amiga incrédula jamás podría apuntarte al Salvador o animarte a ser cada vez más como El (porque no le conoce) y esta es la razón por la que no es bueno tener amigos no creyentes.
Al relacionarte con tus amistades no cristianas que tu deseo sea señalarles el camino a la Cruz de Cristo, ora por ellos y pide a Dios por misericordia para que les alcance la Salvación.
Un fuerte abrazo.
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