
Los cuentos obscenos, las conversaciones necias y los chistes groseros no son para ustedes. En cambio, que haya una actitud de agradecimiento a Dios. Efesios 5:4 (NTV) «Negritas añadidas»
- Los cuentos obscenos, las conversaciones necias y los chistes groseros no son para ustedes.
El capítulo 5 de la carta a los Efesios es una continuación de ciertas instrucciones prácticas iniciadas en el capítulo 4 sobre la nueva vida en Cristo. Aquí te comparto un enlace que te llevará a un estudio mas extenso acerca de esta carta.
En el versículo que veremos hoy, hay tres pecados inapropiados de la lengua: Obscenidades, necedades y groserías. Otras traducciones usan las palabras: Indecencias, tonterías y vulgaridades.
El llamado que hace el Apóstol Pablo es abandonar cualquier uso de palabras degradantes, eso incluye los juegos de palabras o conversaciones con doble sentido, esos temas que parecieran inocentes pero en realidad son sugestivos e inmorales.
Demosle un vistazo más detallado (Comentario Bíblico de David Guzik):
Obscenidades: Detestable comportamiento moral especialmente hacia lo sexual.
Necedades: Todo tipo de conversaciones sazonadas con doble sentido alusivas a lo sexual.
Groserías: Es una forma de humor en la cual todas las situaciones son llevadas a un ámbito sexual.
Esto no solo incluye lo que expresamos en palabras, también están las conversaciones en las que participamos (escuchamos) y nos reímos, lo que texteamos, las imágenes que enviamos a través de nuestras redes sociales, los tipos de cuentos e historias en las que formamos parte o cuando nos burlamos de alguien más. Estos pecados son destructivos para la vida Santa y el carácter piadoso que debemos reflejar como cristianas, por esta razón debemos arrepentirnos y eliminarlos por completo.
El término en el versículo «no son para ustedes» no quiere decir que evitemos esas cosas para que podamos ser santos, mas bien nos deja dicho que «Somos santos y debemos comportarnos de una manera que esté acorde con nuestra posición». Un vocabulario indecente, sucio, vulgar y ofensivo no refleja la presencia de Dios en nuestras vidas o no refleja que lo estamos imitando a El en Su carácter santo.
Estos tres pecados (obscenidades, necedades y groserías) denotan un corazón que puede estar lleno de maldad, soberbia y carnalidad, pues de la abundancia del corazón habla la boca. Sin embargo, cuando lo sustituimos como resultado de un verdadero arrepentimiento por palabras de gracias o sazonadas con sal, reflejamos un corazón humilde capaz de exaltar a los demás y no a nosotras mismas o a nuestra naturaleza pecaminosa.
- En cambio, que haya una actitud de agradecimiento a Dios.
Ser agradecidas nos ayuda a contrarrestar esos pensamientos de maldad que nos conducen a pecar con lo que hablamos. Nos ayuda a pensar antes de hablar y no rendirnos ante las maquinaciones de nuestra mente. Un corazón agradecido, desborda palabras de gracia, edificación, aliento, ánimo y bendición.
El Señor nos ayude a sustituir todo pecado de nuestra lengua por acciones de gracias, reflejando gratitud por todo y en todo. Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para vosotros en Cristo Jesús. (1 Ts. 5:18) Y que a medida que crezcamos en Su conocimiento, vayamos siendo más como el varón perfecto, maduro en su hablar y comportamiento que refleja la gracia de Dios siempre.