Imparte gracia al hablar

En este mes de Septiembre en muchas congregaciones se celebra el mes de la Biblia y por eso hoy quiero abordar el pasaje que corresponde de manera diferente, ya verás.

El contexto al que pertenece el verso clave fue escrito por Pablo a los creyentes de Éfeso, mientras el se encontraba preso. La carta tuvo la finalidad de dar aliento, corregir y recordar a los creyentes de sus incomparables bendiciones en Cristo Jesús y cómo vivir de una manera digna de ellas en esta tierra.

Los primeros 3 capítulos tratan de doctrina, es decir enseñanzas fundamentales de la Fe, mientras que los últimos 3 capítulos se concentran en la conducta cristiana y formas prácticas de aplicar la Palabra al diario vivir.

Efesios 4:29

No salga de vuestra boca ninguna palabra mala, sino sólo la que sea buena para edificación, según la necesidad del momento, para que imparta gracia a los que escuchan.

Este verso 29 pertenece a la parte del capítulo 4 titulada ¨La nueva vida en Cristo¨

No pude evitar leerlo completo para entender cómo encaja ese verso con los versículos anteriores y posteriores a él. Es más, acompañame a leer Efesios 4:17-32.

17 Esto digo, pues, y afirmo juntamente con el Señor: que ya no andéis así como andan también los gentiles, en la vanidad de su mente, 18 entenebrecidos en su entendimiento, excluidos de la vida de Dios por causa de la ignorancia que hay en ellos, por la dureza de su corazón; 19y ellos, habiendo llegado a ser insensibles, se entregaron a la sensualidad para cometer con avidez toda clase de impurezas.

20 Pero vosotros no habéis aprendido a Cristo de esta manera, 21 si en verdad lo oísteis y habéis sido enseñados en Él, conforme a la verdad que hay en Jesús,

22 que en cuanto a vuestra anterior manera de vivir, os despojéis del viejo hombre, que se corrompe según los deseos engañosos, 23 y que seáis renovados en el espíritu de vuestra mente, 24 y os vistáis del nuevo hombre, el cual, en la semejanza de Dios, ha sido creado en la justicia y santidad de la verdad.

25 Por tanto, dejando a un lado la falsedad, hablad verdad cada cual con su prójimo, porque somos miembros los unos de los otros. 26 Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo,
27 ni deis oportunidad al diablo. 28 El que roba, no robe más, sino más bien que trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno, a fin de que tenga qué compartir con el que tiene necesidad.
29 No salga de vuestra boca ninguna palabra mala, sino sólo la que sea buena para edificación, según la necesidad del momento, para que imparta gracia a los que escuchan.

30 Y no entristezcáis al Espíritu Santo de Dios, por el cual fuisteis sellados para el día de la redención.
31 Sea quitada de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritos, maledicencia, así como toda malicia.
32 Sed más bien amables unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, así como también Dios os perdonó en Cristo.

Para ser más puntual y que puedas acordarte fácilmente de todo, los colores significan lo siguiente:

Rojo

Trata 4 particularidades de un estilo de vida impío que un creyente debe abandonar:

– Superficialidad de la mente, vida vana, vacía y sin sentido o propósito.

– Ignorar por completo una perspectiva correcta de la vida, es decir como la vería Dios, vivir en ceguera espiritual, en tinieblas y opuesta a la verdad revelada en la Palabra.

– Vivir con una insensibilidad a la realidades del pecado y sus consecuencias, en apatía total.

– Conducta depravada, dando mas apertura a la sensualidad y menos a las reservas y límites morales.

Naranja

Pablo señala que nada de lo anterior fue la enseñanza que recibieron de Cristo, si en realidad han oído y conocido la verdad que está en Jesús, ese estilo de vida no tiene nada que ver con la instrucción que un un creyente genuino debería seguir.

Rosado

Se refiere a lo que representa el arrepentimiento y sumisión a Dios, es como quitarse una ropa sucia, hedionda y lista para echarse a la basura como si fuese de un mendigo que ha estado deambulando décadas sin rumbo y vestirse de una ropa limpia, reluciente y a la medida.

La vida vieja a la nueva requiere abandonar esos hábitos sensuales y deseos engañosos que solo produce una mente en el error y abrazar una nueva identidad semejante a Jesús.

Aqua

En estos pasajes se comienzan a enumerar maneras en las que el viejo hombre sale a flote si se le da rienda suelta, y al mismo tiempo formas de contraatacar dicha conducta pecaminosa.

Rechazar y despreciar la mentira se traduce en hablar la verdad, ser transparentes y sinceros. Olvidarse de las trampas, promesas falsas, excusas falsas, exageración y traición.

Las motivaciones del enojo deben analizarse, los que se basan en cuestiones egoístas no aplican, y aun siendo el enojo por una causa justa como la inmoralidad o la impiedad, este debe de dejarse de lado al final de cada día y que no se convierta en amargura.

Dejar de robar en todas las formas, significa trabajar por las cosas dignamente, de forma honesta, diligente y responsable, a veces robar no es solo se limita al dinero, sino también tiempo siendo impuntual, energía, materiales mal administrados, entre otros. De esta forma una labor bien realizada permite poder ayudar a otros en lo que necesiten.

El lenguaje sucio no debería ser parte del vocabulario de un creyente, en otras versiones añade al significado de ¨palabra corrompida¨, términos como lenguaje grosero, obsceno, malo y ofensivo que deberían ser cambiados por palabras de gracia, que traigan beneficio, animen y ayuden, que sea útil, constructivo y oportuno para el oyente y colabore para su crecimiento espiritual sobre todo.

Azul

Finalmente, Pablo deja dicho que Dios mismo se entristece cuando sus hijos se niegan y no aceptan cambiar hábitos pecaminosos por los de la nueva vida en Él, quien los ha elegido en su soberanía, los identificó como suyos y les ha garantizado salvación en el día de redención.

Resume lo descrito en los versos anteriores diciendo que recuerden que Dios los perdonó por los méritos de Cristo y en vez de estar amargados, enojados, decir palabras ásperas, insultar y hacer todo tipo de mal a los demás, reflejen la bondad, consideración, compasión,  misericordia, perdón y amor que él tuvo justo cuando cada uno merecía lo contrario.

Más allá de enfocarnos solamente en el pecado de nuestra lengua al herir a otros con palabras de todo tipo y estar atentos a nuestros labios, consideremos la fotografía completa, y si nos estamos vistiendo de la nueva naturaleza en toda nuestra manera de vivir.

Puede que realmente nunca nos hayamos quitado la vestimenta de harapos que llevábamos desde que nacemos y necesitamos arrepentimiento para llegar a entender lo que significa la nueva vida en Cristo.

También puede que aunque estamos vestidos, nos estamos dejando envolver por la carne que mientras vivamos en esta tierra seguimos cargando y solo con la ayuda del Espíritu Santo podemos contraatacar cada día y fortalecer nuestros hombre interior.

En cualquiera de las dos opciones te invito a hablar con Dios al respecto y pedirle que te devuelva la sensibilidad a tu pecado y Su presencia, que en nuestra debilidad se perfeccione su poder y si verdaderamente somos parte de Su Familia nos ayude a representarla como es digno de Él.

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