Por qué a Dios le desagrada la pornografía

Una vez, mientras estudiaba Televisión, un maestro de cámara quiso compartir una película con nosotros con el propósito de que identifiquemos y apreciemos los distintos planos de la cámara en el audiovisual. Antes de comenzar mencionó que como todos éramos adultos con una mente abierta podíamos asimilar la película de manera correcta. Se trataba de nada más y nada menos que una película con contenido homosexual con sus respectivas escenas sexuales.

Fue increíble ver que entre todo el grupo aún los creyentes no se opusieron, decían, “es solo una película” o “solo analiza las tomas”.

La ignorancia es peligrosa, no tener el conocimiento correcto de ciertas cosas puede ser de vida o muerte y puede llevarnos a tener una idea incorrecta de algo. La misma biblia en Oseas 4 habla de esto.

¿Qué es “pornografía” y qué significa esta palabra?

Originalmente la palabra se refería a cualquier obra de arte o literatura que representara la vida de las prostitutas. De hecho, esta palabra tiene como sinónimos: obscenidad, indecencia, desvergüenza, inmoralidad, depravación, lascivia, lujuria. ¡Este es el trasfondo! TODO lo contrario a la Santidad y la Pureza.

Cuando nuestra sociedad habla de pornografía la quiere mostrar como algo inofensivo y sin daños colaterales. Sin embargo, son muchas las malas consecuencias que hay detrás de ella y el irrespeto que representa a la privacidad, la belleza de la intimidad en el sexo y la pureza con la que se debe llevar a cabo.

El fin de la pornografía es promover y comercializar algo tan hermoso que fue diseñado para ser disfrutado dentro del matrimonio, ademas de que se convierte en un circulo vicioso donde se hace difícil salir, pues siempre que busquemos saciar nuestras necesidades fuera de las fuentes correctas seguiremos sedientas e incompletas.

La pornografía degrada al ser tan maravilloso que Dios creo como ayuda idónea del hombre, donde se presenta como un objeto sexual que solo sirve para excitar a los hombres, contribuye a la explotación sexual de mujeres y niños, provocando un gran daño físico y emocional en ellos, al igual que el efecto que produce en quienes la ven, es un engaño, una mentira.

Por muchos años la pornografía fue un pecado que me ataba y del que pensé nunca iba a librarme. Muchas veces intentaba justificarme y en mi error pretendía minimizarlo cuando su mal es enorme y resulta de gran ofensa a Dios.

Esta es una de las peores mentiras que satanás quiere hacernos creer, que el pecado es “insignificante”, que no nos va a afectar.

Desde Génesis podemos ver como satanás viene vendiendo esta farsa al hombre y como la hemos creído.

Dios ve la pornografía con desagrado por varias razones:

  1. Distorsiona el diseño original de la sexualidad

  • Dios diseñó el placer de la sexualidad para ser disfrutado en el matrimonio y en “privacidad”. Lo que pasa entre una pareja en la intimidad es solo de ellos, solo Dios debe ser testigo. Presenciar un acto sexual es como ser parte de él.
  • Consumir pornografía estando casada cuenta como adulterio, es como intimar con alguien más, porque buscarás saciar tu deseo sexual con alguien que no es tu esposo. Y si lo haces soltera es fornicación.
  • La pornografía falta el respeto a la pureza de la relación sexual y solo muestra “mentiras” que afectan directamente como verás la sexualidad.
  • Amar y respetar a Dios es amar y respetar el diseño de toda Su creación, incluyendo la relación sexual.
  1. Te ata

  • La vida en Cristo produce libertad, sanidad del corazón y descanso. El pecado es lo que hace al hombre estar atado, con un corazón lleno de peso por la vergüenza y el descontento.
  • El pecado te hace sentir culpable, sucio y sin sentido de la vida. Es todo lo contrario a lo que el Señor quiere para nosotras.
  • Dios quiere que vivamos en libertad, por eso viviendo en Él el pecado ya no nos domina. Dios quiere hacernos totalmente libres.
  • No subestimes la pornografía y lo desastrosa que puede ser.
  • El pecado es “muerte” (Romanos 6:23)
  1. Alimenta la lujuria y dificulta alcanzar la pureza.

  • Si la lujuria es una llama de fuego, la pornografía es pura gasolina.
  • La mente es una máquina con una memoria potente, ella almacena todo lo que ve y escucha, y si la llenamos de impureza, más se alimenta la carne y más difícil será deshacernos de los deseos pecaminosos.
  • Luchar contra pensamientos indecorosos e impuros y ganar la batalla solo se logra llenando nuestra mente de La Verdad y alejándonos de todo lo que sea impuro. De lo contrario será una batalla perdida.

1- Tesalonicenses 4:3 nos dice que la voluntad de Dios es santificarnos y por ende debemos abstenernos de la inmoralidad sexual. Seamos radicales en eliminar todo lo que atente contra nuestra pureza. La pornografía es un mal que nos ataca por todos lados, está en la música, en las redes sociales, en conversaciones,  en afiches que puedes ver al aire libre en las calles, en anuncios, etc.

Más que nunca necesitamos llenarnos de la Verdad que solo se encuentra en la Palabra de Dios, para que nuestra mente sea renovada y no compremos la mentira barata de que el pecado es “insignificante” y sin consecuencias.

Colosenses 3:5 dice “Hagan morir en ustedes lo terrenal: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría”.

Si estás luchando con la adicción a la pornografía busca ayuda, confiesa tu pecado, no luches sola.

Y si estás siendo tentada a buscar contenido sexual indecoroso huye de inmediato, elimina lo que debas eliminar y ruégale a Dios que no te permita caer en esa red tan destructiva y peligrosa.

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