Cristo y la Ley (2 parte)

Cuando lees la palabra ley, ¿que llega a tu mente primero? ¿Piensas en Dios como alguien muy estricto? ¿O crees que fue solo para nuestros antepasados? ¿Estamos los cristianos exentos de cumplir porque estamos en la gracia y no bajo la ley? En el artículo anterior, estuvimos hablando de cómo Cristo aclaró la relación que hay entre Él y las enseñanzas del Antiguo Testamento y como ellas no se contradicen. Todo lo escrito allí apuntaba a Él. Al explicarlo, nuestro Señor le da el verdadero significado ya que los líderes religiosos de la época habían mal enseñado y mal interpretado las enseñanzas antiguas.

Aprendimos sobre la Ley Mosaica, es decir los primeros cinco libros del Antiguo Testamento. Los Judíos tienen 613 leyes que fueron dadas a Moisés por Dios las cuales debían ser seguidas por Israel, la nación escogida por El (Deuteronomio 6:1-9). Dios quiso hacer de Israel una nación santa, apartada, luz alrededor de las demás naciones para que ellas puedan conocer a Dios a través de Israel (Éxodo 19:6). Por tanto estudiosos de la Biblia han dividido dicha ley para nuestra comprensión en: la ley civil, la cual tenía que ver con los aspectos de Israel como nación. La ley ceremonial, la cual estaba relacionada a los aspectos religiosos y la ley moral, la cual fue dada para que el pueblo refleje a los demás con su conducta el carácter de Dios.  Jesús entonces aclara que él vino a cumplirla y no abolirla (Mateo 5:17).

El ver esta división nos ayuda a aclarar si la ley tiene continuidad para el cristiano o no. Es importante para nosotros hablar de este tema en el contexto del Sermón del Monte porque siempre ha existido en la iglesia del Señor una corriente que se ha infiltrado que se presta a confusión y podemos caer en el error.

  • Primero, todo ese sistema ceremonial descrito en Levítico y que se hacía para perdón de pecados, Cristo al morir en la cruz lo completo. Él es el Sumo Sacerdote que intercede por todos y es la ofrenda que es inmolada como un cordero para siempre. Así que, como Cristianos, no debemos ir al tabernáculo a presentar ofrendas, el velo se rasgó y tenemos entrada y acceso al Padre, no tenemos que presentar más sacrificio por nuestros pecados. Lee en Hebreos 7:188:8, 9:1010:19.

 

  • Y segundo, en cuanto a la ley civil entendemos por la Palabra que el pueblo de Dios ya no es un lugar físico, o un territorio sino que al Cristo morir y resucitar constituye Su pueblo, la iglesia (Romanos 9:6-8; 1 Pedro 2:9).

 La ley moral

Dice el pastor John MacArthur, que la ley moral sigue en pie y perdurará para siempre. Estoy muy de acuerdo con esto porque si vemos toda la Palabra como un solo plan, el plan de redención de Dios para el hombre y donde la figura principal es Cristo, nos daremos cuenta del carácter santo de Dios y concluiremos que la ley moral no fue dada únicamente al pueblo de Israel.

Muchos apelan al versículo de Romanos 6:14 que dice que no estamos bajo la ley sino bajo la gracia. Y para tristeza lo usan como licencia para pecar y para vivir de manera liberal. Pero nosotras, como mujeres sabias, debemos ver siempre cada versículo a la luz de toda la Palabra de Dios. Si recuerdas en las bienaventuranzas, el carácter de los ciudadanos del reino es santo. Un creyente no tiene permiso para adulterar, para robar, para matar, etc. Pregunta Pablo en Romanos 6:15:

¿Qué, pues? ¿Pecaremos, porque no estamos bajo la ley, sino bajo la gracia? En ninguna manera

La Biblia enseña que la ley es perfecta, recta y fiel (Salmo 19:7-8) y son bienaventurados todos aquellos quienes la obedecen (Salmo 1; 119:1; Santiago 1:25). La ley nos muestra el carácter Santo de Dios. El problema aquí es que debemos entender que la ley no fue dada para salvar. Gálatas 3:24 dice:

De manera que la ley ha sido nuestro ayo, para llevarnos a Cristo, a fin de que fuésemos justificados por la fe.

La ley solo nos muestra nuestra impotencia e incapacidad de alcanzar los estándares santos de Dios. Era imposible cumplirla siendo nosotros pecadores (Romanos 3:19-20). Entonces aparece en escena nuestro Señor Jesucristo. El cumple la ley perfectamente, nunca pecó y así, por medio de la fe en Él, es que soy justificada, es que soy perdonada (Romanos 3:22; 4:5).

Esa es la diferencia, somos salvos por medio de la fe en Cristo y no por cumplir la ley (Efesios 2:8) pero si la obedecemos porque somos salvos. La ley nos mostró nuestra condición de pecadores y nos llevó a Cristo. Y al mismo tiempo la ley nos da a entender la voluntad de Dios al mostrarnos la norma de vida que nosotros debemos vivir como Su pueblo.

¿Qué podemos meditar de todo este aprendizaje?:

  • Es bueno meditar en que todo lo que Dios le dio al pueblo de Israel, aunque era para ellos como parte de su plan redentor para apuntar a Cristo, nos muestra el carácter santo de Dios.
  • En el Sermón del Monte es Dios hablando en la persona de Su hijo y Su reino tiene las mismas exigencias santas que en el Antiguo Testamento, porque es el mismo, El no cambia.
  • Aunque hayan partes de la ley de Dios que están descontinuadas para el creyente, creo que aun así debemos dar gracias por Cristo, porque es a El que le debemos el hecho de que cumplió todo y que por nosotros estar en El, ya no se nos demanda más.
  • Dios nos ha dado Su ley para gloria de Su nombre pero también para el bien de nosotros, para cuidarnos, para librarnos de nosotros mismos, porque nos ama.
  • Demostramos amor a Dios cuando obedecemos su Ley o sus mandamientos (Juan 14:15)
  • Amemos su Ley como dijo el salmista (Salmo 119:97

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