
Memorizar todos los versículos y capítulos que pueda durante este año es uno de mis retos personales, para mí no es tan sencillo, pienso que no puedo retener con tanta facilidad como otras personas, por eso escribo absolutamente todo, siempre ando con una libreta y un lapicero cerca o mi celular. Sin embargo, el hecho de que no puedo memorizar fácilmente no significa que no lo intente, significa que mi esfuerzo debe ser mucho mayor.
Memorizar las escrituras debe formar parte de nuestra rutina diaria, es uno de los elementos más importantes para la vida cristiana, la palabra de Cristo debe habitar abundantemente en nosotras (Col. 3:16) este es un medio fundamental para llenar nuestra mente de lo que ella verdaderamente necesita, nos ayuda a fijar nuestra mirada en Jesús y a ser trasformadas a Su semejanza, al tener nuestro corazón rebosado de la palabra de Dios actuamos de la manera correcta en todo momento, nos ayuda a no pecar contra Dios (Sal. 119 11) Su palabra nos da la sabiduría que necesitamos para enfrentar las diversas circunstancias que se presentan en nuestro día a día, la meditación constante en ella nos mantiene firme y alerta contra los ataques de satanás (Ef. 6:17).
Estas son solo algunas de las razones por las que debemos memorizar las escrituras y es responsabilidad de cada creyente hacerlo. A Dios las gracias que existen tantos métodos que podemos utilizar para lograrlo, aquí te comparto lo que me ha estado ayudando a mí:
1- Invierte 20 o 30 minutos diarios en la lectura de Biblia:
El primer paso para memorizar las escrituras, es leerla, léela diariamente, no tengas prisa al hacerlo, deléitate en ella, proponte hallar a Dios en cada página de tu Biblia, recuerda que es un libro acerca de Él.
2- Utiliza una versión de la Biblia con lenguaje actual:
Para algunos versículos la Reina Valera, que es la versión más usada, podría tener ciertas palabras algo complejas para memorizar, te recomiendo usar una de lenguaje actual, por supuesto, que no se aleje del escrito original. La Biblia de las Américas y la Nueva Traducción Viviente son buenas opciones.
3- Usa algunas herramientas:
A parte de tu Biblia, será de gran utilidad tener a la mano una libreta de apuntes exclusiva para tu tiempo devocional, post-it, lapiceros y resaltadores.
4- Inicia con versículos cortos:
Mas adelante podrás memorizar capítulos completos o libros, pero para iniciar puedes hacerlo con versículos cortos, resáltalo y escríbelo en tu libreta o post-it, pégalos en diferentes lugares lo suficientemente visibles para ti.
“Nota”: No leas solo el versículo que vas a memorizar, lee todo el capítulo, así tendrás una idea clara sobre que trata. Te recomiendo escojas un libro en especifico y hagas una investigación previa a tu lectura: ¿Por qué se escribió? ¿Cuándo se escribió? ¿A quien fue dirigido? ¿Quién fue su autor? Tener este conocimiento te ayudara a usar el versículo en su contexto correcto.
5- Léelo en voz alta todas las veces que sean necesarias:
Esto ayudara en el proceso de memorización, léelo hasta que quede grabado en tu memoria y lo puedas recitar o escribir sin ver la Biblia.
6- Repasa frecuentemente:
Es posible memorizar algo en el momento, pero al pasar el tiempo si no se repasa se puede olvidar. Vuelve al pasaje que leíste, léelo una y otra vez, así podrás ir memorizando más versículos hasta completar el capítulo.
En el proceso de memorización es esencial leer, leer, y volver a leer, no te desanimes si no puedes recordar un versículo en específico, se persistente, que esto se convierta en un motivo de oración. Yo confío en que el mismo Señor que inspiro a los escritores de la Biblia, me ayudara a memorizarlas, tú también puedes descansar en esa verdad.
¡Pasa tiempo en tu Biblia, haz de ella tu mayor tesoro y que abunde en tu corazón!