
Motivando a otras a reflejar Feminidad Bíblica
De manera similar, enseña a las mujeres mayores a vivir de una manera que honre a Dios. No deben calumniar a nadie ni emborracharse. En cambio, deberían enseñarles a otros lo que es bueno. Esas mujeres mayores tienen que instruir a las más jóvenes a amar a sus esposos y a sus hijos, a vivir sabiamente y a ser puras, a trabajar en su hogar, a hacer el bien y a someterse a sus esposos. Entonces no deshonrarán la palabra de Dios. Tito 2:3-5
Vivir Tito 2 para aquellas que estamos siendo mentoras, es retador y nos desafía a mantenernos alineadas con las Escrituras y ser intencionales en practicarla.
Me ha tocado tener relaciones con jóvenes de una generación donde no estaban tan expuestas a las redes sociales y entiendo que esto me permitió acompañar una mayor cantidad que en la actual generación. Hace unos años atrás ni el termino mentora se conocía como tal, sino era simplemente una relación en busca de consejo o un discipulado.
Me refiero a este punto porque he notado que ha sido menos espontaneo y natural esta relación para la actual generación. Las jóvenes están sumergidas en querer buscar a través de otros medios las respuestas a sus luchas por la presión de la cultura en que le ha tocado vivir. Ni en las Escrituras ni con una mujer madura ha sido su elección.
Una relación de mentoria en mi experiencia ha sido el de compartir momentos cotidianos, conversaciones serias y triviales, el conocer los puntos de vistas ante circunstancias que ameritan decisiones, es poder conectar, es abrir el corazón, admitir errores, es pedir perdón, llorar, reír o simplemente guardar silencio. Requiere constancia, respeto, flexibilidad, tolerancia, paciencia. No ser critico ni acusador pero si congruente con los valores que enseñamos.
Solo esperamos recibir un corazón enseñable, honesto, vulnerable, no es que tienes que decir todo, pero por lo menos las áreas en la que luchas, conocer como estas con Dios, tu familia, que te permitas conocer a tu mentora y ganar su confianza.
Las jóvenes a veces vienen para que le aconsejemos, pero traen expectativas muy altas en cuanto a la relación, al punto en que no logran entender sobre algunos limites, como el tener que ajustarse a la disponibilidad del tiempo nuestro, entender que es necesario rendir cuentas y piensan que solo existimos cuando hay crisis. Estas expectativas muchas veces interrumpe este hermoso proceso.
Como mentoras estamos llamadas para estimular en su caminar con Dios a aquellas a quienes instruimos, enseñarles lo que significa ser una mujer, aconsejarles para que traten de vivir una feminidad bíblica y puedan marcar la diferencia en sus vidas y en sus círculos de influencia.
El mostrar la feminidad bíblica en mi caso como mentora fue basada en el reflejo de mi propia vida, en mis diferentes roles: de mujer, madre, esposa, hija, compañera de trabajo, hermana en Cristo, etc. Mostrando en esos escenarios, mis reacciones, mis respuestas, las cuales revelan quién y qué está en control de mi vida. Estamos en las mismas luchas contra el pecado, yo pecadora igual debía ocuparme de la búsqueda constante en la intimidad con mi Dios, para poder dar buen ejemplo y buscar las herramientas para enseñarles apropiadamente.
La mentoria no es algo que se programa o que necesita de una estructura, pero si requiere el de utilizar recursos adicionales como libros, mensajes, artículos, etc. que son grandes aportes, así como mantener un encuentro cara a cara. Las Escrituras serán siempre la fuente principal para buscar consejo.
Así es como crecemos, esta relación es una experiencia en la que también nosotras aprendemos de nuestra mentada, nos proporcionan perspectivas diferentes de ver las cosas y nos muestran el otro lado de la moneda.
Debemos dejar que el Espiritu Santo, Su Palabra, el Evangelio de Cristo, sea lo que controle nuestra vida y ser de impacto a esta generación contra cultura.
¿Te gustaría vivir Tito 2 y ser esa mujer mayor que enseña a otras más jóvenes?
Todas somos una mujer mayor para cualquier otra que es más joven. Ora al Señor para que Él te ayude a vivir una vida congruente con Su palabra y mandamientos, a reflejar Feminidad Bíblica, de manera que puedas impactar la vida de otras mujeres más jóvenes. No podemos instruir a otras a vivir Tito 2, si no nosotras no lo estamos viviendo.
Ora por corazones enseñables, esta generación necesita ser instruida en lo que es bueno, en nuestras congregaciones hay muchas jóvenes con grandes retos y urge una instrucción adecuada.
Ora para que Dios te guíe a una relación espontánea y sana, a nuestro alrededor hay mujeres jóvenes que anhelan ser enseñadas pero no saben a quién acercarse.
¿Te gustaría ser mentoreada o instruida por una mujer mayor?
No tengas temor para acercarte a una mujer adulta en quien hayas observado lo siguiente: que refleje su manera piadosa de conducirse, que sea capaz de escuchar, hablar palabras de gracia y verdad, que pueda llevarte a la fuente de la Sabiduría, Dios y Su Palabra, te ofrezca consuelo, que ore contigo y sea discreta.
Escrito por: Marisu Camilo