
El mundo de hoy ha dado su propia lista de prioridades para la mujer ´´moderna´´, enseña qué cosas son muy importantes y cuáles no tanto, también motiva para que la mujer siga esta lista al pie de la letra sin que falte un detalle. Esta lista es encabezada por nuestra autorrealización, donde nos volvemos mujeres humanistas, y no en sentido de altruismo, sino poniéndonos nosotras mismas como centro de todo, como base fundamental del universo y nos podemos olvidar fácilmente de Dios y de los demás. Lo más importante aquí es nuestra apariencia, por eso los demás te cuestionan si no vas al compás.
En su influencia quiere que estemos muy pendientes de lo nuevo, porque esto hace que estemos a la moda, no importando cuanto tengamos que pagar por ello, aun cuando el precio sea tan alto como nuestra relación con Dios. En nuestro ambiente de trabajo, por ejemplo, somos acosadas por la post-modernidad, nos venden la idea de que las mujeres deben «empoderarse» y que nuestra prioridad debe ser nosotras mismas, peligrosamente esta idea nos acerca a un egocentrismo que define lo que queremos y hacemos primero.
Todo este afán por seguir estándares, que supuestamente definen quienes somos y si somos exitosas o no, ha creado en la mujer, incluyendo mujeres cristianas, niveles de ansiedad muy altos, que nos comparemos con el mundo aun no siendo de este mundo y como resultado terminamos teniendo una amistad con el mundo.
Sin embargo, en medio de tanto peligro encontramos la luz en la Palabra de Dios que nos enseña.
¿Cuál es la voluntad de Dios para mis prioridades?
El primer lugar es, y siempre será de Dios. La voluntad de Dios para nosotras es que le amemos primero a Él (Mateo 22:37) esto, nos llevara a examinar nuestras decisiones, proyectos y metas. Todo a mi alrededor, lo que hago y quiero lograr, estará influenciado por lo que amo primero, y si amo primero a Dios con TODO mi corazón, con TODA mi alma y con TODA mi mente, mi prioridad será amarle y honrarle también en mis planes.
Mis actividades diarias deben tener como primer objetivo honrar a Dios, ese es el principal criterio que debe regir mis acciones, por eso es bueno hacernos ciertas preguntas: ¿cómo mis actividades honran a Dios? ¿persiguen la voluntad de Dios? ¿cómo estas acciones me acercan o alejan del propósito de Dios en mí? Aunque la gente lo vea bien ¿Dios estará de acuerdo con mis planes? Y si abandono mis planes ¿tendrá Dios cuidado de mis necesidades realmente?.
Es confrontador preguntarnos esto, suele ser difícil renunciar a proyectos de vida que entendemos son prioridad, pero si deseamos darle a Dios el primer lugar en nuestros corazones es muy probable que nos veamos obligadas a hacerlo, sin embargo, es bueno saber que cuando ponemos a Dios en primer lugar Él se encarga de nuestras necesidades. (1 Pedro 5:7)
¿Qué cosa debe encabezar la lista de mis prioridades?
Buscar Su Reino es prioridad. Jesús dijo que no estemos afanosos, que no nos preocupemos porque a los que buscan las cosas de arriba primero, el Reino y Su Justicia, las demás cosas les serian añadidas (Mateo 6:33).
Considerando esto, todas las cosas que hagamos, primero tendrán que ver con el Reino de Dios.
Entonces ¿Qué es primero?
Precisamente lo que vemos en una sociedad alejada de Dios es todo lo contrario a lo que Dios quiere para nosotras como prioridad:
- Amar a Dios y deleitarse en El. Mateo 22:37
- Las solteras, ocuparse del Señor y Su palabra. 1 Corintios 7:34
- Las casadas, honrar a sus maridos y estar sujetas a ellos. Efesios 5:22, 1 Pedro 3:1, Colosenses 3:18
- Las madres, cuidar, educar y amar a sus hijos. Proverbios 31:28, Tito 2:4
- Valorar la familia y Su rol en la sociedad. Proverbios 31:15, 21
- Ser trabajadoras en el hogar. Tito 2:5
- Atender los negocios de Dios en la tierra, los más necesitados, Su iglesia. Proverbios 31:20
Para un escenario post-moderno esta lista parece ser obsoleta, pasada de moda y antigua, sin embargo la Palabra de Dios no pasa de moda, nuestras prioridades no pueden ser regidas por las épocas, por lo que se vive en el momento, sino por La Palabra de Dios que no pasa. Lucas 21:33
Finalmente, mis prioridades hablan de mi corazón. Un corazón inclinado a Dios busca agradarle con cada cosa que hace, cuando estamos lejos de la Presencia de Dios, nuestros sueños y anhelos no tienen nada que ver con los propósitos eternos de nuestro Señor.
Podemos preguntar como mujeres ¿Dónde quedo yo en medio de todo esto? Cuando nos alineamos a las prioridades de Dios para nosotras, el hermosea nuestro andar, Su gracia se muestra con Poder y Gloria. Esto de establecer prioridades conforme a la Voluntad de Dios nos da elegancia, belleza y prestigio (Proverbios 31:10,29-30). Dios mismo se deleita al mirarnos, es un privilegio querer honrar a Dios y a nuestra familia con esmero y trabajo.
¿Cómo puedo saber cuáles son mis prioridades?
Estas preguntas nos pueden ayudar a ver cuáles cosas son realmente importantes para nosotras, contesta de forma sincera, Dios conoce tu corazón y si hay algo que reorganizar en nuestras prioridades es buen tiempo para hacerlo, pero debemos ser honestas, responde en tus pensamientos, y si gustas puedes escribirlo, esto te ayudara a verlo de forma más clara:
- ¿En qué cosa invierto más dinero? Mateo 6:21
- ¿A que le dedico más tiempo? Efesios 5:16
- ¿Cuáles son los pensamientos que toman más espacio en mi mente? Filipenses 4:8
- ¿Qué es realmente importante para mí? Mateo 6:33
- ¿En base a qué idea tomo mis decisiones? Romanos 12:2
Posiblemente las actividades que citaste en estas preguntas sean parte importante de tu vida, aunque no siempre nos damos cuenta, poco a poco podemos desplazar a Dios de nuestra lista de prioridades, es momento de volvernos a Su Palabra y Amor, poner en primer lugar Sus asuntos y que toda nuestras decisiones, planes, proyectos y metas reflejen nuestro amor por El.