
Las sagradas escrituras relatan cientos de historias de personas que vivieron crisis, en especial las mujeres. Muchas de ellas por esterilidad, por rechazo, por deshonra o por problemas familiares, culturales, sociales y/o políticos. Es por esto que estaremos conversando a través de este escrito sobre nuestro carácter para enfrentar estas crisis.
“Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tenéis tribulación (aflicción, crisis); pero confiad, yo he vencido al mundo”. Juan 16:33 (sinónimos añadidos)
Estas palabras fueron dichas por Jesús en los días en que les hablaba a sus discípulos de su partida con el Padre. Jesús sabía que estos hombres que le habían acompañado durante tres años pasarían por pruebas, por dificultades, pero les alentaba en reconocer que por medio de El (Jesús) podrían alcanzar la paz y la confianza que necesitaban para continuar.
Amiga mía, todas nosotras vivimos crisis a diario: cuando llega la enfermedad, el desamor, la traición, la soledad, la falta de esperanza, las amistades rotas, la pérdida de un ser querido, la duda, la confrontación, la ansiedad por lo desconocido, la falta de control sobre las cosas, los problemas de finanzas, la espera interminable, un noviazgo fallido, un matrimonio en dificultad, la crianza de nuestros hijos hoy en día, el afán por el dinero, la escasez, y hasta por el cambio del clima, y podría seguir con una lista interminable… sin embargo, las crisis sacan a relucir la verdad sobre nuestro carácter.
El carácter es el conjunto de rasgos, cualidades o circunstancias que indican la naturaleza o la manera de pensar y actuar de una persona que la hace distinguir de los demás. En otras palabras es el conjunto de convicciones, de valores y creencias que te hacen ser quien eres. Dios construye el carácter de nuestras vidas permitiéndonos experimentar diversas crisis en las que nos vemos tentadas a hacer lo que deberíamos hacer, o a dejar de hacerlo. El desarrollo de nuestro carácter siempre involucra una elección… Podemos decidir si rendirnos ante esa situación que estamos viviendo; darle rienda suelta a nuestras emociones (ansiedad, depresión, angustia, tristeza…), o enfrentarlas con la mejor de las actitudes, sabiendo que a los que AMAN a DIOS TODAS LAS COSAS les ayudan a bien.
Para conocer cómo empezamos a fortalecer nuestro carácter para enfrentar las crisis, debemos empezar enumerando las nueve cualidades del carácter que Pablo nombra en Gálatas 5:22-23:
“En cambio, el fruto del Espíritu es (1) amor,
(8) humildad y (9) dominio propio…”
Estas cualidades son el paquete completo que nos ayudaran a ser completamente dependientes y nuestra voluntad sometida a los pies de nuestro Señor. Aprendamos a ceder el control, soltar las riendas y esperar en el Señor. Confiando en Dios podremos afrontar las crisis con carácter, reflejando actitud de quietud y con la certeza de que fiel es el que prometió.
Es nuestra oración que su Espíritu Santo nos llene de su fruto, que nuestras convicciones sean más grandes que nuestras preocupaciones y que nuestro carácter sea fortalecido para tener actitudes positivas, dando siempre gracias a Dios por todo y en todo. ¡Amen!