La Mente del Cristiano (2da parte)

En el artículo anterior estuvimos hablando acerca de la mente y como ella controla nuestras acciones, decisiones y pensamientos. Entendemos que esto es de suma importancia porque todo lo que somos o hacemos está influenciado por ella. Dios no permitió que nuestra mente quedara en el estado caído enviando a Su Hijo para darnos una nueva. Tenemos la mente de Cristo, y esto es un gran regalo pero por la condición en que aún estamos o hasta que no seamos glorificadas, somos exhortadas a cuidarla porque ella determina el rumbo de nuestra vida (Proverbios 4:4). Aquí te dejo algunos consejos para poner en práctica:

Reflexiona: Sí hermana, no es que no pensamos, sino que la Palabra nos llama a tener pensamientos reflexivos, pensamientos serios.

1 – Debemos reflexionar en las cosas que nos suceden, sacar enseñanzas, saber en oración lo que Dios está trabajando en tu vida.

2 – Medita en las verdades bíblicas que enriquecen el alma. Pero ¿cómo podrás lograr esto si no eres influenciada por lo que no conoces? Por eso debes todos los días leer la Biblia, y estudiarla de manera sistemática. Memoriza pasajes que te pueden ayudar a lidiar con situaciones que estás enfrentando. Que su Palabra more en abundancia en ti (Colosenses 3:16)

3 – Lee buenos libros cristianos. Debemos nutrir nuestra mente con alimento saludable y no morir de anorexia espiritual. Muchos hermanos piadosos nos ayudan y guían incluso por caminos que ellos ya han pasado y en los cuales ya Dios les ha dado la victoria. Hay muchos maestros que nos ayudan a comprender mejor las Escrituras.

Hay tantos recursos en internet, páginas para mujeres como esta por ejemplo, mensajes en youtube a los cuales te puedes exponer. El salmista nos dice el beneficio de lo anterior: seremos sabias.  “¡Oh, cuánto amo yo tu ley! Todo el día es ella mi meditación.  Me has hecho más sabio que mis enemigos con tus mandamientos. Salmo 119:97”.

4 – No dejes de congregarte. En la comunidad de fe, nos estimulamos al amor y a las buenas obras, y también nos animamos. Hebreos 10:24-25. No participes de malas conversaciones, rodéate de amistades que te estimulen a todo lo que es bueno, sano, piadoso.

#Citylife (92).jpg

Rechaza: si tenemos la mente de Cristo debemos negarnos conscientemente al mal, debemos rechazarlo. A pesar de que tenemos esos distractores (el pecado, el mundo, Satanás) no es una utopía poder rechazarlos, es una decisión, algo que podemos alcanzar y es nuestro deber hacerlo. Debemos programar la mente a esto que dice la Biblia: “Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad» (Filipenses 4:8). Rechaza lo malo y deja entrar lo bueno.

Protege: ¿Que estás consumiendo? Los sentidos juegan un papel importante, porque todo lo que entra a través de ellos se almacena en nuestro cerebro y luego se manifiesta como pensamiento, sea bueno o sea malo. Vivimos en una cultura que nos mantiene entretenidos, a través de imágenes que se han incrementado. No solo la televisión, la cual está influyendo en nuestras mentes. Estamos pasando mucho tiempo viendo programas degradantes igual que lo hace un no cristiano. Pasamos tiempo divagando por las redes sociales, leyendo revistas vacías, vídeos, páginas que muchas veces son creadas por personas que no tienen temor de Dios y Su palabra.

No hablo tan solo de los excesos (pornografía, homosexualidad, alcoholismo, etc.) sino de aquellas filosofías que se filtran en muchos programas, series televisivas, programas de radio que son tan sutiles pero que poco a poco van provocando en nosotras formas de pensar y van moldeando nuestra conducta de manera anti bíblica (feminismo, liberalismo, relativismo, etc.).

  1. Niégate a mirar cualquier cosa vil o vulgar, no tengas nada que ver con ellos. Salmo 101:3.
  2. Rechaza esas mentiras y abraza la verdad en Cristo. Romanos 3:4a 

Renueva: La renovación de la mente es efectuada por el Evangelio. Se nos ha sido quitado el velo para ver y reflejar la gloria del Señor, estamos siendo transformadas, pero sin el Evangelio esto es imposible lograr. Pero ¿cómo logramos renovar nuestra mente? Uniéndonos al Espíritu Santo, el cual realiza esta operación, pero que nos involucra a nosotras (leer Tito 3:5). Todos los esfuerzos que hagamos, es siguiendo sus pautas porque es Su obra.  Con la guía del Espíritu Santo:

  1. Despójate de todo lo que está contaminado y vístete de todo lo nuevo. Efesios 4:22-32
  2. Haz morir todo lo que es terrenal en ti. Colosenses 3:5

Esto lo menciono porque hoy en día se usan las palabras enmendar, mejorar, pero la Biblia es radical con eso, ella dice que debemos morir, nacer de nuevo, sepultar y resucitar para ver cambios reales en nuestra conducta.

Oro fervientemente que Dios nos marque con esta verdad. Es impresionante y profundo el conocimiento de nuestra mente, un tema amplio y complejo, pero ahí está lo hermoso de nuestro Señor, como El usa todo nuestro ser para que le sirvamos a El con pasión. Si queremos ver días buenos, purifiquémonos mis hermanas, tomemos esto en serio y pongámonos en sus manos para así seguir creciendo en El e ir de gloria en gloria porque estamos, somos y dependemos del Creador de todo el Universo. ¡Que hermoso regalo nos ha dado, Cuidémoslo!!!!!

 

Un comentario sobre “La Mente del Cristiano (2da parte)

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.