
El ultimo Domingo del mes en curso, en nuestro país celebramos el día de los padres y aunque muchos ni lo noten o no lo tomen en cuenta realmente es algo digno de celebrar, es una muy buena oportunidad para aprovechar y hacerle saber a nuestros padres que les amamos y que honramos su labor.
Ser padre no es una tarea simple, el hombre que asume su paternidad con responsabilidad tiene grandes retos que enfrentar.
Liderar un hogar y proveer seguridad no es algo sencillo y Dios ha diseñado al hombre para que pueda responder a estas necesidades específicas en el hogar. Damos gloria a Dios por los padres que han decidido, aún dentro de su imperfección, vivir de acuerdo con ese diseño.
La sociedad corrompida en la que vivimos se ha encargado de empañar este hermoso rol que le compete al padre, y muchos se han creído la mentira de que pueden ser reemplazados. Sin embargo, Dios diseñó, tanto la maternidad como la paternidad, con un propósito único y especial y es algo que debemos comprender y apreciar.
Los padres tienen una influencia muy profunda en la vida de sus hijos. Y en el caso específico de nosotras como hembras, una buena relación con nuestros padres nos ayuda a saber relacionarnos correctamente con el sexo opuesto, nos ayuda a enfatizar nuestra feminidad y a sentirnos seguras de nosotras mismas.
Tener un padre responsable, que nos proteja y provea nos ayuda a saber elegir correctamente a un esposo, quien más adelante se convertirá en padre de nuestros hijos.
No es cierto que la ausencia de un padre puede ser cubierta por cualquier otra cosa, ellos tienen un rol muy importante y decisivo para nuestro desarrollo y crecimiento. De igual manera una buena relación con nuestro padre terrenal nos ayuda a tener una mejor relación con nuestro Padre Celestial.
Yo, personalmente, he sido bendecida por un padre que se ha entregado por su familia sin escatimar ningún esfuerzo. Desde niña he podido ser testigo de cuanto él disfruta proveer para nuestra casa, siempre con amor. He aprendido mucho con su paternidad y aunque él no es de las personas de mucho abrazar y besar siempre nos ha mostrado su amor protegiéndonos, aconsejandonos y poniéndonos límites.
Gracias a su esmero he podido aprender a sentirme digna de un buen trato, gracias a sus consejos bíblicos he aprendido a afianzarme en el Señor y sus promesas, gracias a su rectitud he aprendido a amar las normas y seguirlas en honra a nuestro Dios, gracias a sus límites hoy no tengo que lamentarme por errores que pude haber cometido.
Es verdaderamente hermoso ver a un padre ejercer su rol con responsabilidad y dependiendo de Dios.
En la biblia encontramos el hermoso ejemplo de José (padre terrenal de Jesús). Él fue un modelo de rectitud y de obediencia a Dios. Fue un padre dispuesto a actuar en base al mandato de Dios. José se esforzó también por proteger a María y al bebé Jesús. (Mateo 1:18-20) (Mateo 2)
Sé que mucha de ustedes ha tenido el privilegio de poder tener a un padre a quien llamar “HÉROE”, no porque sea perfecto, sino por su entrega y su sacrificio. Aprendamos a valorar a nuestros padres, aprendamos a ver sus esfuerzos antes que sus faltas y de acuerdo con el consejo de la Palabra en Éxodo 20:12, honrémosle.
Seamos agradecidas por la bendición de poder disfrutar de un padre presente que ama a su familia y que sabe asumir su rol brindando protección y liderazgo espiritual en el hogar.