Orando para que nuestra devocion y amor por Dios sea lo mas importante

Cuando pensamos en el gran amor que Dios nos tiene, amor que expresó enviando a su único hijo a morir por nosotras que éramos enemigas suyas a causa del pecado, amor por el que hoy somos redimidas, amor que nos sostiene hasta ahora, amor que nos ha cambiado de muerte a vida, vida que vivimos por y para Cristo; al pensar en ese amor solo podemos adorar al Señor y bendecir con todo lo que somos a nuestro Padre Dios, agradecer por sus bondades y misericordias inmerecidas. Y es en ese momento donde no importa nada más!

Ahora quiero que meditemos en nuestra vida diaria, en como nos ocupamos en todas nuestras responsabilidades y funciones, servimos en la iglesia, vamos al trabajo, cuidamos de nuestra casa y familia, estudiamos, etc. Al estar envueltas en todo esto podemos dejar de hacer lo que realmente es importante y necesario: sentarnos a los pies del maestro, escucharle y expresarle cuánto le amamos.

Hoy estamos orando para que nuestra devoción y amor por Dios sea lo más importante, convirtiéndose en una prioridad práctica, y mi deseo es que todas entendamos el verdadero significado de devoción y amor hacia Jesús. La palabra de Dios nos muestra el mayor ejemplo de devoción y amor a él.

“Entonces María tomó una libra de perfume de nardo puro, de mucho precio, y ungió los pies de Jesús, y los enjugó con sus cabellos; y la casa se llenó del olor del perfume’’.        Juan 12:3

María derramó sobre Jesús lo más valioso que ella poseía, mostrando en ello su gran devoción y amor por El, con el perfume María derramó su corazón en adoración. No había algo de mayor importancia o estima para ella, su Salvador estaba allí y ella podía ir donde él, podía expresarle su gran amor y devoción, y sin dudarlo fue y lo hizo, ungió al hijo de Dios y derramó una adoración que fue olor fragante y agradable a Jesús.

Hoy te invitamos a orar para que Dios nos ayude a tener un amor y devoción como María, que sea lo más importante para nosotras expresarle cuánto le amamos, y dedicarnos a honrarle con todo nuestro corazón; que nuestra vida diaria se convierta en una adoración a quien El es, entregando todo lo que somos a sus pies.

Dios te bendiga!