Vive en esta tierra pensando en la Eternidad

¿Vives aquí en la tierra pendiente de cual es tu ciudadanía permanente?

En el capitulo 11 del libro de Hebreos, habla de Abel, Enoc, Noe, Abraham, Isaac, Jacob y Sara, quienes fueron descrito como peregrinos y extranjeros en esta tierra. De igual forma todos los cristianos así como nuestros padres, somos peregrinos, estamos aquí de paso.

Extranjeros significa forasteros, gente de una cultura y un lenguaje diferente. Los peregrinos son los que viven en una tierra que no es la suya, lejos de su propia gente.
En la Biblia, el término peregrino implica un viaje, el creyente va de viaje a su patria. El mismo Jesús mientras oraba en Juan capitulo 17, menciono que no somos del mundo, nuestra morada esta en los cielos, El fue a prepararla para nosotros (Juan 14:2).

Mientras llegamos a casa, ¿Cual debe ser nuestro estilo de vida en esta ciudad extranjera? Debemos vivir con la mirada puesta en la eternidad, que es nuestro lugar de destino. (Colosenses 3:2). Debemos vivir con propósitos eternos, con gran anhelo en el corazón de llegar a nuestra patria y vivir por siempre con nuestro Padre Celestial.

Aunque vivimos junto a la comunidad residente, no nos igualamos a ellos, no imitamos sus costumbres, porque pronto llegaremos a nuestra tierra. Eso no significa que no podemos obrar en favor de esta comunidad y el país donde nos encontramos de manera temporal, pero si todo lo que hagamos debe representar nuestro reino (Colosenses 3:23).

Una característica de los peregrinos, es que no se establecen, no hacen tiendas hasta llegar a su lugar de destino, eso significa que tu y yo debemos continuar nuestro viaje, y no desear establecernos de manera permanente en este mundo, debemos permanecer ancladas a los principios, costumbres y cultura de nuestro reino y no ser consumidas por culturas extranjeras, y, mientras arribamos a casa, preparar nuestro corazón que es nuestro único equipaje con todas aquellas cualidades que nos serán útiles por toda la eternidad, aquellas que no perecen.

Amada joven, vive para Cristo en esta tierra, representa tu verdadera ciudadanía, no vivas apegada a este mundo, este no es tu lugar de destino, tu verdadera ciudadanía esta en los cielos. VIVE EN LA TIERRA CON PROPÓSITOS ETERNOS.